George Bush Jr.

George Bush Jr.

UBI RIVAS
El presidente George Bush Jr. inició el 20 de enero último su segundo y último mandato que culminará en enero 20-09, aunque con la suntuosidad ostentosa de la superpotencia unipolar, advirtiéndose que los gobernantes más importantes del mundo, inclusive los G-7 más Rusia, con la excepción, claro, de su anfitrión, fueron los grandes ausentes en la ceremonia de reelección que más presagios sombríos proyecta en la historia de Estados Unidos y de la humanidad.

Con las relaciones inclusive con sus aliados de la Unión Europea divididos, los más de ellos, opuestos a la aventura imperialista de Iraq, Bush jr. estrena su reelección con gravísimos problemas en sus relaciones internacionales, y lo propio en el frente interno, que reporta un déficit fiscal diario de US$2 mil millones, sobrepasando en 04 la manicomial suma superior a los US$500 mil millones.

Nadie, ni siquiera el FMI que es tan exigente con los irredentos, cuestiones ni externa una censura a ese maratón fiscal inaudito, y Bush jr. parece calcar un viejo decir de que quien debe preocuparse por los endeudamientos no es quien se endeuda, sino el acreedor.

Bush jr. hizo galas del mesianismo tan recurrente en sus homónimos pretéritos, y postuló a su país como guardián planetario de las libertades públicas, la estigmatización de los gobiernos despóticos, como si las democracias al estilo occidental fuesen las panaceas de los indefensos y los preteridos.

En contradicción flagrante a ese discurso convencional, como lo son todos los discursos, la agencia noticiosa EFE divulgaba una foto, otra más, de las torturas a que son sometidos presos iraquíes en la prisión de Abu Ghraib, mostrando a un soldado norteamericano encima de un prisionero iraquí, esparciendo así la convicción global de que esa es una de las asignaturas básicas de West Point, Annápolis o Denver, donde se forjan los oficiales del Ejército, Marina de Guerra y Fuerza Aérea, respectivamente.

Un aluvión de censuras y valiosas críticas brotaron de los principales diarios europeos citados por El Nacional del 21 de enero, inclusive el influyentísimo Corriere della Sera que externó que «una buena parte de la sociedad norteamericana no cree que el gobierno (de Bush jr., claro) sea como salir del embrollo iraquí»…

Justo una semana antes de jurar como el 55 presidente de la Unión, Bush jr., hacía pública la confesión de en realidad no haber encontrado armas de destrucción masiva en Iraq, no el día antes de las elecciones, demostración flagrante de no solamente lo mentirosa y falsa de la motivación para invadir a iraq sin la anuencia de las Naciones Unidas ni de la comunidad internacional, sino de que descarnadamente fue inducida para hurtar el petróleo iraquí, en tiempos normales, el tercer mundial luego de Arabia Saudita e Irán, cuyas reservas probadas son de 4.2 millones de toneladas.

Es evidente que los próximos objetivos donde Bush jr., planea batir los tambores de guerra son Irán y Corea Del Norte, países a quienes acusa de desarrollar proyectos nucleares, que también realiza Israel, pero su pupilo por excelencia del Cercano Oriente no es depositario de la menor acusación y/o censura.

Apenas 48 horas antes de jurar la reelección en el cargo más importante del mundo, Bush jr., entrevistado por la revista New Yorker aludió a Irán y Norcorea como «la próxima etapa de la guerra contra el terrorismo».

«Privilegio una solución diplomática, pero no descarto ninguna opción», expresó un arrogante gobernante estrenando su segundo debut.

La Casa Blanca negó la especie, pero ya rodaba en las imprentas y conocimientos del gran público cuando formalizó el desmentido, que atribuyó a «plagado de imprecisiones», del reportero Seymour Hersh del magazine citado.

El ministro de Defensa iraquí, Alí Shamkhani ripostó: «Tenemos la fuerza necesaria para que jingún papis logre atacarnos porque carecen de la información exacta sobre nuestra capacidad militar», un alegato que se sabe por experiencia similar a la defensa que asume un mono frente a un león suelto. (Casos de los talibanes afganos y de Saddan Hussein).

Bush jr., enfrenta el crecimiento económico caliente de china que desde hace una década presenta un PIB sobre el 9% anual, el doble de lo que los organismos de financiamiento internacionales definen como el ideal para una economía, es decir, un 4% anual.

Bush jr., presiona a Pekin para que devalúe el yuan, porque un yuan reducido coloca en aprietos la manufactura exportada made in USA, y resulta que China hoy presenta el auge acelerado de su crecimiento económico en su proceso de concretizarse como la superpotencia del milenio.

Bush jr. hoy de argumentos ante Muhamad Abbas (Abú Mazen), que resultó electo presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP) en las elecciones del día nueve de enero último y ya el rais Yasser Arafat no existe, y resulta imposible proseguir difiriendo la proclamación del Estado Palestino este año como lo consigna la Hoja de Ruta, cosecha suya.

Con el gigante ruso en proceso de recuperación luego del descalabro del condenable sistema comunista en su experiencia aciaga de 73 años de dislates y excesos excecrables a la condición humana, Bush jr., intenta un acercamiento cosmético.

Con esas referencias, Bush jr. encuadra perfecto en las profecías bíblicas de Apocalipsis 17:11/ que lo definen como el protagonista del fin.

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