George Bush promete apoyo para seguir
Plan Colombia

George Bush promete apoyo para seguir <BR data-src=https://hoy.com.do/wp-content/uploads/2004/11/AF590EF7-6742-46F4-AD7D-A897B38B1069.jpeg?x22434 decoding=async data-eio-rwidth=460 data-eio-rheight=325><noscript><img
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CARTAGENA, Colombia (EFE).- El presidente de EEUU, George W. Bush, reiteró ayer su respaldo total a su colega colombiano, Alvaro Uribe, y prometió que mantendrá el apoyo de su país para la continuación del Plan Colombia de lucha contra guerrillas y narcotraficantes.

   «Mi país seguirá ayudando a Colombia», afirmó Bush durante la conferencia de prensa conjunta con Uribe, al término de una breve visita a la ciudad de Cartagena.

   Bush elogió de forma reiterada la política de Uribe contra lo que ambos gobiernos denominan «narcoterroristas» (las guerrillas que se financias con dinero del narcotráfico), y afirmó: «apoyaremos su estrategia porque está funcionando». 

   «Estados Unidos está con usted», insistió Bush, quien dijo que trabajará intensamente con el Congreso en Washington para continuar la ayuda a Colombia, un asunto sobre el que hay «un respaldo bipartidista» de republicanos y demócratas.

   Colombia es actualmente el tercer país receptor de ayuda económica estadounidense, después de Israel y Egipto.

   Estados Unidos ha aportado desde el año 2000 más de 3.000 millones de dólares a la aplicación del Plan Colombia, puesto en marcha por el anterior gobierno colombiano de Andrés Pastrana.

   Además, Washington tiene en suelo colombiano unos 800 hombres, entre militares y contratistas civiles, que realizan tareas de asesoramiento para las Fuerzas Armadas y la policía colombianas, y el Congreso ha aprobado un aumento para este año fiscal 2005.

   El Gobierno colombiano quiere poner en marcha la segunda parte del plan, prevista para el 2005, porque, como dijo hoy Uribe, «la tarea no la podemos dejar a medio camino».

   Por ello, pidió que Washington «continúe con la ayuda hasta que Colombia esté libre de la plaga» del «narcoterrorismo».

   Bush resaltó también los logros, no sólo en confiscación de alijos de narcóticos o captura de combatientes, sino en la reforma del sistema judicial colombiano y la lucha contra la corrupción.

   El presidente estadounidense se extendió tanto en elogiar la labor de Uribe que, preguntado sobre el discutido proceso de paz con los paramilitares de los grupos de autodefensa, pareció despistarse y habló en su lugar sobre la lucha contra la guerrilla izquierdista de las FARC.

   Con el mar y algunos edificios de Cartagena al fondo, ambos presidentes -Bush en mangas de camisa azul y Uribe en una tradicional guayabera blanca- hablaron también de cuestiones económicas, sobre todo del tratado de libre comercio (TLC) que EEUU negocia con Colombia, Ecuador y Perú.

   Uribe insistió en que el TLC que se negocia debe ser «totalmente equitativo» para todas las partes, especialmente en el sector agrícola, que EEUU se resiste a abrir por motivos de política interna.

   El presidente colombiano resaltó que el TLC debe dar «una oportunidad» al sector agrícola de su país y ofrecer «una alternativa auténtica a los pobres», porque Latinoamérica necesita «cohesión social».

   La breve visita de poco más de cuatro horas, incluyó una ceremonia oficial de llegada, un almuerzo de trabajo, así como un encuentro con Orlando Cabrera, jugador colombiano de las Grandes Ligas del béisbol estadounidense que celebra un campamento con niños de este país.

   Los actos concluyeron con la conferencia de prensa conjunta de Bush y Uribe, celebrada en la Academia Naval, en las afueras de Cartagena.

   Esta primera visita de Bush a Colombia se realizó entre enormes medidas de seguridad, que incluyeron 15.000 soldados y policías, buques de la Marina en las aguas en torno a Cartagena y patrullas de helicópteros por el cielo de la ciudad. 

   Decenas de sindicalistas, estudiantes y activistas de derechos humanos se manifestaron en contra de la visita del presidente de EEUU, con pancartas que decían: «Bush, fuera de Colombia» y, «Bush fuera de Irak».

   En un sector del casco antiguo de la histórica Cartagena, pero muy lejos para que Bush y su comitiva lo notaran, otro grupo de manifestantes quemó la bandera estadounidense. EFE

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