George Orwell: 1984 forma-sentido en contra de los regímenes totalitarios

George Orwell: 1984 forma-sentido en contra de los regímenes totalitarios

§ 1.El traductor del original inglés de la novela 1984 de George Orwell, Miguel Temprano García, ha tenido el mérito de traducir al español ritmo-sentido a través de un consonantismo masivo cuyos sentidos están orientados políticamente en contra de los regímenes totalitarios que surgieron después del fin de la Segunda Guerra Mundial el 7 de mayo de 1945. Resta por emprender una lectura similar al original en inglés de 1984 para determinar si el ritmo está inscrito como consonantismo mayoritario, sin excluir el vocalismo. El análisis de texto no es exhaustivo. Leo el primer capítulo como la anticipación de la novela completa. La obra no es distópica. Sukoiné se ubica en Londres (pp. 23-24), Inglaterra, escenario de la Segunda Guerra Mundial que culminó con la derrota del nazi-fascismo. Los Estados Unidos surgieron como primera potencia mundial y hasta hoy Europa occidental jugó el papel de punta de lanza y contención de la exUnión Soviética, la Rusia, la China del siglo XXI. El espacio-tiempo de la novela incluye la dictadura de partido único instaurada en Rusia por Lenin, Trotski y Stalin (URSS). Pero no se crea que el totalitarismo está solamente en Eurasia. Para 1984, las potencias occidentales también se convierten en totalitarias, dado el carácter de la ideología binaria establecida en Occidente: única elección: la democracia representativa (el proyecto político del Soberano de Rousseau y su Contrato social) versus el comunismo y el capitalismo ruso o chino.

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§ 2. Los personajes que simbolizan los dos totalitarismos occidental y euroasiático están encarnados por Winston Smith (el nombre mismo remite, quiérase o no, al tipo inglés encarnado por Winston Churchill y al tipo irlandés, símbolo del inglés auténtico, simbolizado por O’Brien, sin nombre de pila, sinónimo de degradación de esa estructura narrativa, y descrito como “un miembro del Partido Interior”). Del lado del totalitarismo euroasiático, el personaje que lo simboliza, y el ritmo-sentido se encarga de degradarle al máximo, es Samuel Goldstein, encarnación de León Trotski, descrito en la novela como “el Enemigo del Pueblo (…) el renegado y desertor que hace mucho tiempo (nadie recordaba con exactitud cuánto) había sido una figura señera del Partido, casi a la altura del Hermano Mayor” (p. 32, símbolo de José Stalin, pero también lo será del imperialismo estadounidense). Lo que le identifica con Trotski es la siguiente descripción del narrador: “Era una cara delgada de judío con una aureola de cabello blanco y despeinado y una barbita de chivo: un rostro inteligente y, sin embargo, inherentemente despreciable con una especie de estupidez senil en la fina nariz en cuya punta se sostenían un par de gafas. Parecía el rostro de una oveja y su propia voz tenía un no sé qué ovino.” (P. 33). ¿Hay antisemitismo en esta descripción? Por supuesto, y es ideología del texto a cargo del narrador: a la comparación del personaje con una oveja solo le faltó identificarle con el dinero y la usura. Pero a ese rasgo “ovejuno”, el narrador equilibra su juicio negativo con características positivas que adornaban la figura de Trotski: “un rostro inteligente”, así como otro rasgo que distinguió al fundador del Ejército rojo: “casi a la altura del Hermano Mayor, [Stalin] luego se había dedicado a las actividades contrarrevolucionarias, lo habían condenado a muerte y se las había arreglado para escapar y desaparecer misteriosamente: Los programas de los Dos Minutos de Odio variaban a diario, pero no había ninguno en el que Goldstein no fuese protagonista. Era el traidor por excelencia, el primero en mancillar la pureza del Partido. Todos los crímenes subsiguientes contra el Partido, todas las traiciones, los actos de sabotaje, las herejías y las desviaciones emanaban directamente de sus enseñanzas. Seguía vivo y conspirando en algún sitio: tal vez al otro lado del mar, bajo la protección de sus amos extranjeros, quizá incluso -y así se rumoreaba de vez en cuando- oculto en algún escondrijo en la propia Oceanía. (Pp. 32-33) En el plural parsimonioso de 1984, (Barthes), Oceanía es conmutable con Océano Atlántico, es decir, con Occidente. Obsérvense dos asuntos: aunque sintácticamente el texto no asocia al judío Trotski con el dinero y la usura, sin embargo, en el apellido mismo está contenido el dinero, la riqueza, simbolizados por el oro= Gold. Además, el Trotski que se escabulle para librarse del Hermano Mayor solicita asilo en Estados Unidos, pero luego descartada esa solución y el gran político se exilia en México= el extranjero, donde sus amigos Siqueiros, Diego Rivera y otros comunistas le ayudarán a conseguir, con el presidente Lázaro Cárdenas, la entrada a México y hasta allí le perseguirá el Hermano Mayor y le asesinará en 1940 a través de interpósita persona (Ramón Mercader, disfrazado de varios nombres falsos) para cumplir la sentencia de muerte evocada más arriba. Aunque hay un matiz político diferencial entre Stalin (el Hermano Mayor) y Trotski, la teoría del signo en ambos es la misma. Octavio Paz lo vio muy claro cuando analizó la teoría literaria de Trotski. Su concepción en defensa del surrealismo y la literatura es un discurso de un hombre en la oposición. Cfr. André Breton, Diego Rivera y León Trotsky. Manifiesto por un arte revolucionario e independiente (México: Siglo XXI, 2019 [1938]. Es imposible maridar la revolución política con la literatura y el arte, en razón de que la revolución es una práctica política e ideológica y la literatura y el arte, si son valor, se inscriben en contra del Poder, sus instancias y las ideologías de época.

§ 3.Desde el primer capítulo de 1984, se instauran la duda, la erosión y la desestabilización del sentido de la novela como género literario tradicional. Nos es casualidad que quien escriba el epílogo a esta edición de 1984 sea Robert Pynchon, uno de los representantes del nouveau roman en los Estados Unidos, junto a Kurt Vonegut y Joyce Carol Oates. La desestabilización del sentido es, en un texto literario, la desestabilización de un orden social y cultural donde los sujetos se han acostumbrado a una comodidad que otorga seguridad a quienes se adscriben a él. Es la noción de ilusión de realidad que brinda la novela tradicional la que resulta casi destruida en el nouveau roman y un lector impreparado para descodificar símbolos, se encontrará irremisiblemente perdido en un mundo cultural como el de la nueva novela, porque su mundo tradicional se tambalea política y literariamente. Examínese la cantidad de veces que en este primer capítulo o íncipit de 1984 aparecen masivamente los adverbios y expresiones de duda: quizá, talvez, probable o probablemente, al parecer, dudosa fecha, ni siquiera, y creía haber nacido, aunque lo más probable, no sabía si su nombre, eran casi las once, incluso era posible, parecían recorrer, parecía estar avanzando, y de las dudas sobre su propia existencia, parecía estar pidiendo, si es que de verdad había sucedido, ni siquiera estaba seguro, todo eran conjeturas, por un segundo o dos, aunque su rostro probablemente. La incertidumbre total del sentido.

§ 4. En el primer capítulo el ritmo-sentido de la obra es el consonantismo y el vocalismo son elementos del paragramatismo, el cual incluye las paronomasias, los anagramas, juegos de palabras, retruécanos, anáforas, rimas internas y las figuras sonoras inseparables de la organización del movimiento del habla en la escritura y esta última es práctica inseparable del sentido de la obra orientado políticamente en contra del Poder, sus instancias y las ideologías de época. Hay tantas formas biconsonánticas como grupos de dos, tres y cuatro consonantes en forma masiva: primer párrafo en [fr], de frío; en [br], de abril; [tr, de trece; [nst], de Winston; [sf y rs], de esfuerzo; [sk], de escapar; [kl], de clavada; [nt], de viento; [gr y bl] en desagradable; [pr], de prisa; [tr], de entre; [kr y st], de cristal; [nk], de aunque; [st y nt], de bastante; [mp], de impedir; [tr], de tras; y, [lb], de polvo.

Pero muchas de estas combinaciones consonánticas aparecen en forma especular: [rb] es espejo de [br] en abril; en [rb], de barbilla; [rt], de puertas como espejo de [rt], de entre; [bl] es espejo de [lb], en polvo; a partir del segundo fragmento o párrafo, hay las siguientes apariciones: [br], lo es de [rb], en hervida; [lg] es espejo de [gl], en colgado; [rt varias veces en contra y Partido] es espejo de [tr, tres veces] en cartel; [rt] es espejo de [tr] en parte; al igual que [rt) lo es de [tr] en apartamento. Así debe operar el análisis consonántico. En el plano vocálico, lo importante son las secuencias sonoras de las mismas vocales acentuadas e inacentuadas. Estas constituyen las rimas internas.

Ejemplos de consonantismo y vocalismo acentuado en íes en el penúltimo párrafo de la página 28: [ls, mp, rl, ns, bl, tr, sk, rk, nd, mpr, nfl, nd,, nd, ss, bl, nt, br, pr, br: “Además de la úLSera habían eMPezado a picarle de manera iNSopoTtaBLe. No se aTRevió a raSKarse, poRK cuando lo hacía siempre se le iNFLamaba. Fueron pasando los segundos. No era conSSieNTe de nada que no fuese la hoja de papel en Blanco que tenía aNT sus ojos, el picor de la piel por eNSima del tob illo, el eSTRuendo de la música militar y la leve eMBRiaguez PRoducuida por la gineBRa.”Ejemplos de vocalismo en íes acentuadas e íes inacentuadas minoritarias en pp. 30-31: “Y sabía por qué. Por el ambiente de campos de hockey, baños fríos, excusiones comunitarias e higiene mental que siempre la rodeaba. En realidad, le disgustaban casi todas las mujeres, y en particular las jóvenes y guapas.” A veces el grafismo, parte del ritmo, ayuda: ambiente, hockey, minoritarias, comunitarias, higiene, siempre, y.

§ 5. El sentido orientado políticamente en contra de los totalitarismos se encuentra configurado en la crítica a las estructuras del sistema de poder, sus instancias y sus ideologías de época en los sintagmas siguientes: “Era parte del impulso del ahorro en preparación para la Semana del Odio”, expresión que remite a los discursos y prácticas por radio, televisión y prensa escrita de tales dictaduras en contra de países y personas consideradas enemigas de tales dictaduras; la crítica a las estructuras del sistema totalitario compuesto por los cuatro ministerios: “El Ministerio de la Verdad, que se ocupaba de las noticias, los espectáculos, la educación y las bellas artes” (pp. 24-25); “El Ministerio de la Paz, encargado de los asuntos relativos a la guerra” (p. 25): “El Ministerio del Amor, que se ocupaba de mantener la ley y el orden” (Ibíd.); “El Ministerio de la Abundancia; que era el responsable de los asuntos económicos.” Sus nombres, en nuevalengua, eran: Miniver, Minipax, Minmor y Minindancia.” (Ibíd.). Nótese la crítica mordaz en contra de la ideología de la siglería y la nueva jerga de la clase gobernante (= la hiperbólica suma de siglas que caracteriza a los siglos XX y XXI, cuya estrategia es el olvido del discurso y la apología de los signos). Estos Ministerios tienen a su vez algunas estructuras importantes destinadas al control y encuadramiento de los sujetos: “el Departamento de Archivos, donde trabajaba Winston [Smith]” (p. 30); “el Departamento de Ficción (…) que eran máquinas de escribir novelas” (Ibíd.). Estos Departamentos a su vez estaban conformados, si se quiere, por secciones como los Dos Minutos de Odio; la Liga Juvenil Antisexo; el Partido Interior y la Policía del Pensamiento, que se ocupaba de la censura (p. 22).

Hay dos curiosos pasajes en este primer capítulo (p. 24) que muestran los eslóganes de los sistemas totalitarios : “LA GUERRA ES LA PAZ” (si quieres la paz, prepárate para la guerra), “LA LIBERTAD ES LA ESCLAVITUD” (todos los sistemas totalitarios comienzan por adoctrinar a los sujetos y persuadirles de que LA LIBERTAD ES UNA ESCLAVITUD (ibíd.), lo que significa que lo importante son las conquistas materiales) y, por último (ibíd.), “LA IGNORANCIA ES LA FUERZA” (el éxito de los sistemas totalitarios radica en la consigna de que la ignorancia de un pueblo es la garantía de la victoria de la fuerza sobre la democracia no concebida como un contrato social) Y el último eslogan del narrador personaje que asume la función de escritor de la novela que analizo es: “ABAJO EL HERMANO MAYOR” (p. 40). Repetido cinco veces es el símbolo de todos los dictadores, escrito para que se entienda bien que el escritor está en contra de la ideología de los sistemas totalitarios.

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