GERENTE DE EGE-HAINA
Acuerdo de Madrid bajó costo de energía a favor de las distribuidoras

GERENTE DE EGE-HAINA<br/><strong>Acuerdo de Madrid bajó costo de energía a favor de las distribuidoras</strong>

POR GERMAN MARTE
Tito Sanjurjo, gerente general de Ege-Haina, explicó ayer que  fruto del Acuerdo de Madrid las generadoras rebajaron a las distribuidoras un 40% el costo del kilovatio/hora, pero estas no traspasaron esa rebaja a los consumidores.

Añadió que la idea era que esta reducción ayudara a la recuperación  de las distribuidoras.

Además de la reducción del 40% en la tarifa que en ese momento estaba a más de ocho centavo de dólar el kilovatio/hora, en llamado Acuerdo de Madrid se acordó condonar una deuda de US$12 millones que tenían las distribuidoras con las generadoras.

A cambio, señaló, las generadoras obtuvieron un plazo adicional de 10 años para recuperar su inversión, «fue un intercambio de el valor que tú pretendías recuperar en cinco años, ahora recíbelo en 15, y eso fue lo que hicimos».

El representante de Ege-Haina participó como invitado en el Almuerzo Semanal de los Medios de Comunicación del Grupo Corripio en compañía de Mark Hanson, gerente de Palamara-La Vega; Marcos Cochón, de la Compañía Eléctrica de Puerto Plata y Marta Fernández de Marzal, gerente de Comunicaciones Corporativa de Ege-Haina.

Sobre si las tarifas son razonables o no, Sanjurjo dijo que se han hecho estudios que determinan que el precio de la energía que suplen las empresas dominicanas que funcionan con fuel-oil está por debajo de la media en América Latina.

Y cuando a eso se le añade el costo de inversión, que en el país es más riesgoso que en otras naciones, entonces se llega a la conclusión de que las empresas de aquí son «muy competitivas», señaló Sanjurjo.

Tras defender la vigencia del acuerdo de Madrid, el gerente de Ege-Haina manifestó que en el caso de su empresa se pagaron US$144 millones más por los contratos que por los activos (las plantas de generación).

Aseguró que en realidad, lo que tenía valor eran los contratos, que cuando se hizo la capitalización eran a cinco años, pero que a los dos años (2001) se renegociaron en Madrid, «porque las distribuidoras no podían soportar la carga financiera que tenían con los contratos existentes.

Para desmentir a quienes afirman que las generadoras tienen contratos muy beneficiosos, adujo que si en el 1999 una persona hubiera invertido mil pesos en el Banco Central y otra en las generadoras de Haina, la rentabilidad del primero hubiera sido el doble de la del segundo.

Subrayó que ahora el interés de los generadores es poner énfasis en criminalizar el robo de energía, como si se tratara de cualquier otro bien, con prisión y otras penalidades, para reducir el robo de energía que a ellos les afecta igual que a las distribuidoras.

Aseguró que en las próximas semanas enviarán al Senado un proyecto en este sentido.

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