La presidenta de la Cámara Penal de la Suprema Corte de Justicia (SCJ), Miriam Germán, rechazó ayer que en la decisión de ese tribunal de disponer la libertad condicional de los banqueros Arturo Pellerano Peña y Juan Felipe Mendoza haya habido interferencia de nadie.

Fue enfática al asegurar que en lo que respecta a ella, “no recibo presión ni mandato de nadie”, y mando al que tenga alguna duda a leer la sentencia evacuada sobre el caso para que tenga un criterio cabal de si la misma está cimentada sobre base legal o no.

“Los motivos míos están en la sentencia y la decisión se defiende sola”, sostuvo la magistrada Germán ante la insistencia de los periodistas que la abordaron para cuestionarla sobre el tema.

Actitud correcta. Sobre la inhibición de la magistrada Esther Agelán Casasnovas porque en su práctica profesional laboró algún tiempo en Bancrédito,  la presidenta de la Cámara Penal de la SCJ la consideró como “una actitud correcta”.

Reveló que dicha juez no tomó parte ni en las deliberaciones ni en nada del caso.

Nuevo juicio. El tribunal dispuso la libertad condicional de los banqueros y ordenó un nuevo juicio en su contra, acogiendo una solicitud de revisión a una condena de 8 años que pesa sobre ellos por falsedad de documentos y otros delitos,  hecha por sus abogados.