POR JOSELIN RODRÍGUEZ
La directora de teatro Germana Quintana aseguró que a pesar de que en este arte ha surgido un talento joven que es muy bueno, hay actores que son mecánicos, que no transmiten nada de sus personajes.

 Fiel creyente de que el artista nace y no se hace, la directora de “Las viejas vienen marchando” dijo que hay actores que se mueven muy bien en el escenario, que tienen buena dicción y que hablan excelente, pero no se involucran en sus respectivos papeles.

    “Hay talentos que tienen buena preparación y otros poseen  cualidades innatas, que un buen director  puede moldear o ir formando. Hay otro grupo que aunque estudie es muy malo, porque el artista realmente nace, no se hace”.

 “El actor que nace es el que siente el personaje, que se mete su actuación en el cuerpo. El papel que los actores representan debe salir de la mente, del corazón y la boca, es decir, lo razonas, lo sientes y lo expresas”, dijo. Explicó así mismo  que  hay personas que se van haciendo actores en  escuelas y con buenos directores, pero que en el escenario no logran entrar e identificarse con su representación.

Aunque Germana cree que en el país hay jóvenes talentosos con deseos de echar hacia adelante, consideró que actualmente el teatro necesita actores adultos, que puedan representar papeles de ese tipo.

La directora teatral explicó que quedan muy pocos artistas con las cualidades para asumir papeles de personas adultas y mencionó dentro de ese grupo   a Franklin Domínguez e Iván García.

“Ve y busca más actores del tipo sesentón. ¿Dónde están? No tenemos artistas adultos que asuman la representación de un padre o un abuelo. A mí no me gusta el actor joven con cara y maquillaje de viejo”.

  Con una experiencia de tres décadas en las tablas, Germana dijo que aunque República Dominicana es un país que no tiene costumbre de teatro, han enamorado y captado a un público que le interesa el arte.

  Por ello solicitó darle más continuidad, tras afirmar que el teatro educa y enseña.

  “Es un medio fabuloso.  A mí me gustan las obras que dejen algo que pensar, que la gente diga ‘no perdí mi tiempo, me  divertí, pero me hicieron pensar en tal cosa”.