Gestión de riesgos en la banca dominicana

Gestión de riesgos en la banca dominicana

El sistema financiero de la República Dominicana cumple en la actualidad con normas de calidad internacional y muy especialmente con el tema de la administración de riesgos que permite identificar, medir, evaluar y controlar los riesgos característicos de la actividad y la determinación de un capital mínimo para afrontar el grado de exposición en que se encuentren las entidades.

En marzo del 2004 la Junta Monetaria aprobó la “Norma de Adecuación Patrimonial” que básicamente recoge de Basilea I la determinación del riesgo crediticio, con la diferencia que establece un capital mínimo de 10%(en vez de 8%) del total de los activos y contingentes ponderados por riesgo. Con una nueva administración del Dr. Leonel Fernández  y el reinicio en enero del 2005 del acuerdo con el FMI la Administración Monetaria concentró esfuerzos en completar la totalidad de los reglamentos requeridos por la Ley Monetaria y Financiera y así, en término del riesgo, la JM aprobó el 29 de marzo del 2005 los reglamentos “Para el Manejo de los Riesgos de Mercado” y “Riesgo de Liquidez”.

En los riesgos de mercado el reglamento los divide en riesgo por tasas de interés y por tasa de cambio y mediante el método estándar de Basilea I, que se repite en Basilea II, se determina el valor en riesgo para ambos casos y obliga a la constitución de capital equivalente al 100% de estos montos. El reglamento de riesgo de liquidez establece la metodología para determinar la exposición de las entidades para calcular las “Razones de Liquidez”, fija los porcentajes mínimos y las entidades que presenten valores inferiores deberán remitir a la Superintendencia de Bancos un programa de reestructuración de activos y pasivos para elevar los indicadores a los mínimos requeridos.

El riesgo operativo de las entidades de intermediación financiera, en línea con  Basilea II, fue incorporada por la JM este 2 de abril con la aprobación del reglamento “Sobre Riesgo Operacional”, que va a permitir evaluar las posibles pérdidas patrimoniales por los factores de riesgo operacional como los procesos internos, los empleados, eventos externos y tecnología de la información, así como en un plazo de dos años determinar los requerimientos mínimos de capital para cubrir este riesgo.

Gracias al correcto manejo de las entidades y a la mejoría en la calidad de la supervisión por parte de la Superintendencia de Bancos, el país puede exhibir un sistema financiero con adecuada capitalización, provisiones superiores a las requeridas, bajísima morosidad y capacidad para resistir los choques externos en un mundo donde han colapsado instituciones financieras iconos de la economía global.

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