Gestión urgente contra impuesto a las remesas

Con reducción y todo de la intención inicial de gravar los envíos de dólares al país desde EU con un 5 %, y que ahora sería de 3.5%, sigue en marcha la legislación que impondría una carga de mucha adversidad a la economía del país tanto en el aspecto familiar de los destinatarios del destino como para los usos vitales del recurso en la diversidad de los intercambios comerciales con el mundo exterior. Un encarecimiento masivo de materias primas y productos terminados de importaciones pondría en alza el costo de la vida. El Estado dominicano debe llevar la voz contante con una narrativa contra ese inminente perjuicio y con gestiones y presiones por la vía diplomática. Por suerte, tras la primera aprobación del gravamen en la Cámara de Representantes, trasciende que los legisladores estadounidenses contrarios a la medida en el Senado, que no son pocos, siguen reafirmando su oposición. De hecho en el primero de los hemiciclos la votación favorable apenas logró mayoría.

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Pero la embestida impositiva contra la principal fuentes de dólares del colectivo nacional implicaría un riesgo adicional al debilitamiento adquisitivo con subida de tasas en el mercado cambiario: el traslado de los codiciados billetes verdes podría pasar, en alguna medida, a clandestinidades y ya se plantea a esa migración como capaz de sr usada en grande por ámbitos de la criminalidad, siendo que el país vive en lucha contra el uso del territorio nacional como puente al tráfico de drogas. El impuesto a remesas implica castigar desproporcionadamente a la diáspora criolla instalada en Estados Unidos porque la gran mayoría de los remitentes son residentes respetuosos de la ley o ciudadanos de ese país que no escapan a la severidad recaudadora de la Unión norteamericana. Serían víctima de una doble tributación injusta además de ilegítima institucionalmente porque envían valores como contribuyentes que ya habían tributado por ellos. De hecho los ciudadanos estadounidenses obtienen normalmente, devoluciones cuantiosas de dinero reclamados al Fisco cuando se les ponen a tributar por encima de lo que corresponde. Un sentido de justicia impositiva existe allí felizmente.