El secretario de Salud Pública dijo ayer que los hospitales públicos atraviesan por un difícil momento y que gestiona un subsidio especial que les permita paliar la situación.
El doctor José Rodríguez Soldevila dijo que los problemas de los hospitales públicos están directamente vinculados con la situación económica del país y con el incremento de los gastos en combustible por la crisis de la electricidad.
El funcionario se refirió a la situación de los hospitales públicos en reconocimiento de lo planteado por HOY en una serie de reportajes.
Rodríguez Soldevila se abstuvo de informar sobre el monto del subsidio que gestiona, ni a quien recurrirá.
«Estamos haciendo esfuerzos por buscar un poco más de dinero y poder ayudar los hospitales a salir de la crisis en que están», sostuvo el secretario de Salud Pública.
Afirmó que los generadores de electricidad que fueron entregados a los hospitales se dañaron por el exceso de uso al que están sometidos a consecuencia de los extensos apagones.
Con respecto al hospital Luis Eduardo Aybar, admitió que la mayor parte de su subvención se utiliza en la compra de combustibles.
En cambio, dijo que visitará al Luis Eduardo Aybar porque considera que no se justifica que el hospital esté sucio, con ratas y con cucarachas, porque a su juicio, no se necesita mucho dinero para limpiarlo.
El funcionario favoreció la creación de circuitos de distribución de electricidad especiales para los hospitales para asegurar un suministro permanente.
Algunos hospitales como el Luis Eduardo Aybar y el Darío Contreras destina la mitad de sus ingresos para comprar combustibles.
El funcionario dijo que se debe tener en cuenta en un hospital no es una panadería, sino un sitio donde se juega con la vida y donde cualquier descuido puede acercar a un ser humano a la muerte.
Sugirió que algún legislador someta un proyecto de ley que prohíba que los hospitales sean sometidos a los mismos apagones a que se somete a las empresas industriales y negocios.
[b]EQUIPOS[/b]
Ayer la Secretaría de Salud Pública recibió equipos para medir los niveles de azúcar en la sangre. La mayor parte están destinados a los hospitales regionales, ya que las estadísticas revelan que hay un incremento de la enfermedad en la población adulta.