Gestionar flujos migratorios adecuadamente, es un reto para cualquier nación, pero hay ejemplos de éxitos como el de Colombia, cuando acogió a tres millones de venezolanos que huyeron de la situación económica y política.
Ángela Montoya Holguín, exministra y exdiplomática de Colombia, explicó que, pese a las críticas el presidente Iván Duque, acogió a esas personas que no tenían garantías mínimas en su país y que por eso tuvieron que salir.
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“Él abrió las puertas y fue mas allá, los censó, les dio carné de identificación, los integró al sistema de salud y de educación, logró que esas personas se integraran y llegaran a ser parte de la sociedad colombiana”, expresó Montoya, al resaltar el altruismo e impacto social de esa decisión de acogerlos con respeto y oportunidades.
Dijo que el tema migratorio es muy sensible, de humanismo y que en el caso de los venezolanos, había miles de mujeres embarazadas sin registro de atención sanitaria y niños que llegaban caminando.
Mientras que, Gabriel Fernández, exdirector de migración en España, expuso que es un desafío gestionar la integración de personas, pero que peor es aislarlas, porque crea resentimientos y pierden oportunidades.