Gide, los monederos falsos y el Congreso

Gide, los monederos falsos y el Congreso

André Gide, movido por el interés de crear una novela técnica absolutamente original, en que los personajes se impusieran al autor, escribió y publicó a mediados de los años veinte del siglo pasado su novela “Los monederos falsos”.

Lo traigo a colación porque allí se refiere a “los monederos falsos de la moral”, y en la libertad en que se mueven los personajes de este autor francés (Premio Nobel 1947), que ha sido llamado “sensualista sin límites”, realmente deja que se le escapen los protagonistas –al estilo de Pirandello en “Seis personajes en busca de un autor”.

Me asaltó la idea de que aquí tenemos un importante número de personajes que se escapan de lo que pudiera considerarse obra de un creador. Son monederos falsos. Se transforman camaleónicamente con un descaro que asombra y asusta, porque no dejan espacio a la esperanza de una redención.

Un experto en Gide, Julio E. Grande, refiere que el escritor, tras un viaje a Algeria, alcanzó el fondo de sus realidades personales y se dedicó a combatir la religión y la moral “no sin guardar, paradójicamente, la nostalgia de la pureza, y la esperanza de reconciliar un día, en sí mismo, el cielo y el infierno”. Alcanzar un equilibrio entre los valores opuestos.

He pensado en los “monederos falsos de la moral” que tenemos aquí y creo que, más allá de la compleja nostalgia de pureza que de algún modo sobrevivía en Gide, cierta gente nuestra ha perdido totalmente el sentido de decencia, pudor y dignidad.

Me tomo la libertad de reproducir datos y cifras, que aunque ya no constituyen secretos de Estado, es bueno tenerlas frescas como documento.

Se refieren al Congreso Nacional.

Cada diputado recibe mensualmente ciento setentaicinco mil pesos de salario, un sueldo trece (regalía pascual), un sueldo catorce (bono escolar) ambos por la misma suma, bonificaciones hasta cuatrocientos mil pesos, gastos de representación por treintaicinco mil pesos mensuales, Dieta = cuarentaicinco mil, Plan de Ayuda = ochentaisiete mil y Fondo Social = cincuenta mil… pero… recibe además gasolina, flota o celular, secretarias, choferes, vigilantes, etc. todo extra… vacaciones por cinco meses (solo trabajan siete, si le llamamos trabajo a lo que hacen).

Los senadores reciben nominalmente un salario algo menor, pero tienen otras muchas ventajas… y manejan el “barrilito” que ronda entre los seiscientos mil y los novecientos mil mensuales, más bonificaciones de hasta cuatrocientos mil…

Luego está el misterioso “hombre del maletín”, que aceita la aprobación de leyes.

A los interesados los refiero a la esclarecedora publicación de José Dunker L. aparecida en esta misma página del HOY el pasado viernes 21 de marzo, con datos de la organización privada “World Justice Project”, con su “Índice de Imperio de la Ley 2014”, lanzado apenas el 5 del mes en curso.

Es que hay mucho más.

¿Se hará algo al respecto?

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