Gigante con pies de barro

Gigante con pies de barro

No tengo dudas de que Osama Bin Laden fue aniquilado y nunca pensé que podría escabullírsele a la mayor potencia mundial. Sin embargo su localización y eliminación han provocado que las “malas lenguas”  y chismosos que hay por doquier,  promuevan suspicacias y asocien hechos como el de las torres gemelas, analizándolos con una visión totalmente diferente a la utilizada por las autoridades norteamericanas, afirmando que se trató de un evento planificado para apoderarse del petróleo iraquí pasando por la eliminación del régimen de Saddam Hussein.

Igualmente plantean que Bin Laden fue siempre  un agente del servicio de inteligencia norteamericano (CIA) usado como chivo expiatorio y enemigo sobrevaluado usado como “cuco” a su conveniencia.

Tal como lo relataría una novela de espionaje, Bin Laden pudo ser un gran personaje o una entelequia propagandística que dejó de ser útil para la CIA y decidieron eliminarlo precisamente ahora que algunos lo vinculaban con los rebeldes anti-Gadafi a los que públicamente Estados Unidos apoya.

Resultó chocante escuchar al presidente norteamericano decir “asesinamos” a Bin Laden y luego decir que enseñar su cadáver era peligroso para USA, además de corroborar la información de que fue echado al mar de acuerdo con su religión, admitiendo que hasta después de muerto le temían.  

Es evidente que Bin Laden sabía cosas que el mundo entero hubiese querido escuchar, pero su eliminación cubierta de misterio y especulaciones deja espacio para pensar en realidades y fantasías que muestran a USA como un gran gigante con pies de barro, pues su presidente, en vez de permitir a la justicia procesarlo como criminal internacional, confiesa públicamente que ordenó matarlo y desaparecer su cadáver.   

Publicaciones Relacionadas

Más leídas