Gilberto Santa Rosa se muestra Auténtico

Gilberto Santa Rosa se muestra Auténtico

El merengue tuvo una gran representación con Héctor Acosta y Los Hermanos Rosario, quienes interpretaron sus  éxitos y dejaron bien caliente el escenario

POR JOSELIN RODRÍGUEZ

A escasos metros del río Ozama, teniendo como escenario la histórica Plaza España, el salsero puertorriqueño Gilberto Santa Rosa ofreció la noche del viernes pasado un magnífico concierto en el que junto a su público dominicano  repasó los éxitos que han marcado su carrera y con los que ha traspasado y roto  las fronteras.

Fue una noche  romántica, en la que además de ser protagonista la salsa, el merengue y la bachata también reclamaron su lugar  con dignos representantes como  Héctor Acosta y Los Hermanos Rosario. El humor de Luisito Martí no tuvo tanto éxito como el que los otros  saborearon.

Luego de que Acosta y Los Rosario habían agotado sus turnos, entró al escenario impecablemente vestido el intérprete boricua a las 11:10 de la noche. “Yo no te pido” fue el primer corte que regaló y de inmediato “embrujó” a la audiencia, integrada principalmente por jóvenes y adultos.

 El concierto siguió con éxitos como “En el amor soy un idiota”, “Sin voluntad” y “Amor de locos”. Todos ellos aclamados y coreados por la multitud que llenó el  escenario.

“Estoy muy encantando de estar con ustedes”, dijo para de inmediato continuar con el romanticismo que caracteriza su estilo. “Mentira”, en versión balada, también la interpretó el público a todo pulmón.

   Fueron dos horas mágicas en las que “El caballero de la salsa” atrapó a su audiencia, no solamente a través de su música, sino con el despliegue de cariño, su dominio escénico en el que no faltó la improvisación, su reconocimiento al merengue, pero sobre todo su entrega incondicional.

Gilberto supo combinar la salsa con la balada. También complació a sus seguidores con los temas que les pedían.

“Vino tinto”, “Sombra loca” y “Te propongo”, esta última del cantautor dominicano Juan Luis Guerra, a quien definió como uno de los grandes maestros de la música, fueron otros temas muy aclamados.

La suave melodía de “Pueden decir” provocó una gran algarabía. Igual ocurrió con “Almas gemelas”, “Te amaré”, “Que manera de quererte” y “Si te dijeran”.

“Si hubiera nacido aquí sería merenguero. Principalmente de merengue clásico. Me gusta esa vaina”, dijo Gilberto a modo de introducción para entonar un popurrí que incluyó “Jardinera”, “Algodones” y “Siña, Juanita”. El güirero Pablito Barriga, que prácticamente fue obligado a entrar al escenario,  acompañó a la orquesta.

La salsa retomó su protagonismo con “Conciencia”, “Amor mío no te vayas”, “No quiero na regalao” y “Perdóname”, la más solicitada de la noche. Fue con esta salsa que Gilberto demostró sus dotes en la improvisación.  Casi en la parte final, cuando había un asomo de lluvia, Gilberto saludo a su amigo José Alberto, sonero dominicano que también hizo de las suyas improvisando. El concierto terminó a la 1:10 del sábado con la “Agarro bajando”.

Héctor acosta y los Hermanos Rosario

Héctor Acosta fue el primero en subir a las 8:40 de la noche. De inmediato capturó la atención con “Loca conmigo”, a los que siguieron hits como “Enamorado”, “Como me curo”,  “Las mujeres”, “Cometa blanca”, “El mujerón” entre otros.

La bachata también fue parte de su repertorio. “Si tú estuvieras” fue una de las más aclamadas, al igual que “Me voy”, tema que repitió dos veces. Cada uno de los cortes fue disfrutado a más no poder por el público, que además de interpretarlas también las  bailó.

El escenario quedó encendido para Los Hermanos Rosario, grupo que con su contagioso ritmo también se llevó sonoros aplausos.

 Con “No te olvidaré” iniciaron su presentación. “Rompe cintura”, “Me voy pa´l pueblo” y “Carnaval”, con el que  homenajearon a Celia Cruz. Rafa informó que el año próximo celebraran sus 30 años en la música por lo que harán un gran concierto.

Aseguró que se sentía complacido de compartir el escenario con ese importante artista puertoriqueño.

Otros temas que gozaron del favor del público fueron “La cleptómana”, el popurrí de meregues viejos (“El lápiz”,  “Pecadora”, “Otra copa” y “Un millón de amigos”) y “Cuando se acaba el amor”.

 El humorista Luisito Martí no tuvo tanta suerte como los demás invitados. Sus interpretaciones, entre ellas las del popular Balbuena, no fueron tan aclamadas. Su hijo Robert Luis Martí  hizo un múmero de pantomima.

 El desorden

A la entrada del concierto, por la  Atarazana, se originó un desorden mayúsculo.Los agentes policiales que debían velar por el mejor desenvolvimiento y el orden no cumplieron su papel. Hubo denuncias y quejas de que esos policías aceptaron dinero para dejar pasar a personas que no compraron sus boletas. Incluso a un grupo de periodistas y fotógrafos los hicieron esperar unos diez minutos para poder accesar al lugar. No tomaron en cuenta que les mostraran identificación, credenciales  y boletas. “Ustedes las muestran las veces que haya que pedírselo”, dijo un policía.

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