POR GRECIA ESPINOSA
La edad no es una limitante para quienes desean desarrollar una actividad productiva, en base a las destrezas y habilidades que la naturaleza pone en cada ser humano, todo es cuestión de descubrirlo y desarrollarlo, así lo entiende la niña Giovanna Jiménez, quien a sus doce años de edad ha constituido toda una empresa de accesorios, la cual ha denominada «Giovys Accesories, S.A».

Su inspiración es tan fecunda, que cada día afloran nuevas ideas para el desarrollo de todas las variedades de bisuterías que realiza. Giovanna ha creado toda una línea de abalorios a base de piedras semipreciosas, madreperla, fibra de vidrio, nácar, jícara de coco, cristales de swarovsky y plata, para lo cual no ha necesitado realizar ningún curso especializado en orfebrería.

Es tanta su inquietud y el amor que siente por su trabajo, que sólo le toma de quince a vente minutos elaborar cualquiera de sus piezas, simplemente, indica Giovanna, debe llegarle la idea, para que al instante realice la creación.

La artesanía que realiza con sus manos, expresa el sentimiento que muy bien denota la poetisa Lara Elra Cira, en su poema «orfebre del alma», cuando dice: «Teje así el artesano los brazaletes, anillos y aretes que engalanan con tanta hermosura sus dedos, sus oídos y sus muñecas».

Muchas de sus creaciones reflejan la ingenuidad de su edad, aunque no dejan de ser piezas bellas y elegantes, que hoy en día se encuentran en países como España, Puerto Rico y Venezuela, pues cumplen con su papel principal, la de engalanar la belleza femenina.

Los precios de sus productos varían, de acuerdo al diseño y la piedra que se utilice para la elaboración, entre RD$450 y RD$800, llegando hasta RD$1,100, la más cara.

Aunque Giovys Accesories. S.A, es una compañía relativamente joven, con poco menos de un año, ha tenido participaciones importantes en actividades sociales, como en el bazar de las damas diplomáticas, donde tuvo una exposición en el Club Naco y recientemente jugó un papel estelar en la pasada feria artesanal, que se realizó en el parque Colón, de la Zona Colonial.

Como una iniciativa de Giovanna, parte de los recursos adquiridos por la venta de sus productos, en las actividades antes mencionadas, fueron donados a la Fundación Saint Jude, dedicada a ayudar a niños con cáncer.

Para la realización de este proyecto, que recién comienza, su madre ha sido su mano derecha y su soporte, pues ella es la que se encarga de suplirle todos los materiales, Giovanna agradece a Dios haberla premiada con una madre excepcional.

Aunque a sus doce años está envuelta en una actividad productiva, su madre, Yovanna Rodríguez, afirma que su hija ama lo que hace y tanto ella como su padre se esmeran en facilitarle un desarrollo armonioso e integral que va de la mano con lo dictado en la declaración de los derechos de los niños, cuando indica que: «Los niños gozarán de una protección especial y dispondrá de servicios y oportunidades, para desarrollarse física, mental, moral, espiritual y socialmente, de forma saludable, sin que halla explotación alguna».

Expresa que «la humanidad debe al niño lo mejor que pueda darle, por esta razón le brindo todo el apoyo que ella requiera de mí y podrá contar siempre con mi amor incondicional. Deseo ser parte de su desarrollo intelectual, físico y emocional».