BARCELONA, ESPAÑA (EFE).- La top model brasileña Gisele Bundchen logró colapsar la “Pasarela Gaudí” por el revuelo que ha causado con su visita a Barcelona para promocionar la firma Colcci, con la que tiene un contrato de imagen.  La brasileña apareció muy sonriente, en medio de una cortina de humo vestida con una triquini azul lleno de brillantitos y unos pantalones y torera tejanos.

En la segunda salida en este desfile de moda, la ex novia del actor Leonardo DiCaprio ha aparecido con un minivestido grapeado de colores, y ha cerrado con un conjunto negro lleno de pedrería de color.

La modelo, que horas antes no acudió a una cita con la prensa, ha sido un buen reclamo para la firma brasileña ya que pocos invitados han declinado asistir al saber que ella estaría sobre la pasarela. El éxito de público ha sido total y no cabía ni un alfiler en la sala.

Diseñada en colores fuertes como rojo, amarillo, verde púrpura y azul marino, la firma propone líneas de los años 80 para las mujeres con cinturas muy marcadas, y vestidos vaporosos, y para los hombres jeans de lycra para combinar con camisetas largas y con calzado de tonos metalizados.

También la diseñadora española Lydia Delgado ha subido el nivel de las propuestas de mujer en una jornada de la Pasarela Gaudí dominada por la moda masculina, con una colección que ha definido como de “erotismo mudo”, con piezas excelentes.

En la colección, en negro, crudo y con algunos toques de rojo, abundan las faldas de organza metalizada, abullonadas y con un aire retro y bohemio con bordados a mano de pedrería, así como vestidos entallados con costuras que sujetan la figura y escotes recatados de tul, además de faldas tubo con drapeados para combinar con tops de seda de aire lencero y blusas con mangas de alas de mariposa.

Muy bonitos también los trajes de seda crudo con estampados de pasamamería, los vestidos de crepe de punto de viscosa, y los zapatos, hechos también a mano, que han acompañado a la ropa.

La firma de baño Guillermina Baeza, que ha sido la que ha congregado más público en las gradas desde el inicio de la Pasarela, se ha inspirado en la mezcla de razas y culturas a la hora de diseñar los biquinis y triquinis que componen su última colección.

En las propuestas reinan los estampados de color verde, marrón y granate, y destacan también los coulotte “patchwork” con acabados artesanos en crochet, y los complementos de baño de muselina de seda.

Esta edición puede ser la última que diseña Guillermina Baeza después de más 30 años de oficio, para pasar el testigo a su hija Belen Larruy, que es su colaboradora desde hace 15 años.

El cierre de esta jornada lo ha puesto la firma brasileña Colcci, creada en 1986 y que se ha consolidado en el mundo de la moda como una firma para jóvenes que buscan diversión al vestirse.