LOS ANGELES, EE.UU.  EFE.  Unas pocas semanas después de su discreto matrimonio en Santa Mónica (California, EE.UU.), la supermodelo brasileña Giselle Bündchen y su esposo, Tom Brady, jugador  de fútbol americano, volverán a casarse en Costa Rica, esta vez rodeados de amigos y familiares, informaron ayer medios estadounidenses.

Los recién casados invitarán a los jugadores de los Patriotas de Nueva Inglaterra, equipo de fútbol americano del que Brady es el mariscal de campo y líder, así como a las compañeras de profesión de Giselle Bündchen.

La recepción incluirá una cena que se realizará  el viernes 3 de abril, seguida de una repetición de la boda el sábado, según explica la revista People, canal oficial de las noticias de los famosos en Estados Unidos.

La ceremonia no será tan pequeña como la organizada el pasado 26 de febrero en una iglesia católica de Santa Mónica, ubicada a  menos de dos kilómetros de la playa, a la que sólo acudieron el hijo de Brady y unos pocos invitados más.

La pareja que no ha confirmado hasta el momento de su estado Civil, no  desean “tirar la casa por la ventana”.

 “Va a ser algo íntimo”, dijeron a People fuentes cercanas a Giselle y a Tom. “Casi todo familia y amigos de ambos”, añadieron.

Giselle Bündchen,   la modelo mejor pagada  del mundo según la revista Forbes,  mantuvo una larga relación con el actor Leonardo Di Caprio, y empezó a salir con Brady, de 31, en 2006.

La pareja compró el pasado año una casa valorada en 11,7 millones de dólares en una urbanización exclusiva de Los Ángeles.