A 18, años cuando dejó la cuna familiar para abrirse paso en el mundo de la mercadotecnia y establecer su propio negocio en California, vivió gratas experiencias. Sin embargo, la vida le enseñó que no todo es color de rosa. Cansada de luchar, Gisell decide plantearse nuevas metas y hacer cosas diferentes, ingresa a la tienda de MAC y empieza como dependienta. Luego, su trabajo se vió remunerado cuando viajó junto a la marca a Nueva York y Miami, sin imaginar que este cambio tan divertido y familiar para ella, le iba a brindar tan gratas vivencias.
Fue capacitadora y al año y medio le ofrecieron el puesto que ahora ejerce con dinamismo y entusiasmo: Representante de la Marca a nivel mundial. Nunca se motivó a estudiar maquillaje, pero su entrada a MAC, la condujo a realizar la perfección de su oficio.
El juego de las luces para la televisión y la rapidez para las pasarelas, la han convertido en toda una experta y hoy disfruta de la preparación de cada evento como si fuera el primero.
Lo que más me llena de satisfacción es vivir ese momento, donde no tengo que explicar lo que estoy haciendo, sino que con solo ver lo que puedo lograr con mis ideas y lo perfecta que puede quedar esa persona con mi trabajo, me da inmensa alegría.
El trabajo de la artista va más allá de las creaciones que puede lograr con su imaginación, ya que el compromiso de labor social que tiene la marca, la motiva a promocionar la campaña Viva Glam.
Este proyecto promueve la venta de productos de maquillaje de la marca, labiales y gloss (envasados en negro y rojo) y el cien por ciento de estos fondos son destinados a la Fundación contra el Sida.
En su tercera edición, Viva Glam fue lanzada con la imagen de la artista Lady Gaga.
FOTOGRAFÍAS: FUENTE EXTERNA