Globalización: exotismo en el hogar

Globalización: exotismo en el hogar

Lo étnico se ha puesto de moda, y cada vez con más fuerza crea tendencia. Los mercados se encuentran repletos de objetos procedentes de culturas que, hasta hace dos días, prácticamente ignorábamos. Productos de Indonesia, Malasia, India, Centroamérica, etc. inundan las tiendas de regalos y mobiliarios más glamorosas de las grandes capitales.

Tanto el mobiliario como los múltiples complementos decorativos y auxiliares son muy apreciados y demandados por los amantes de objetos de arte, porque son piezas que, aunque muy sencillas, casi todas están confeccionadas a mano, con materiales naturales y diseños exclusivos.

La principal característica de estos artículos es su calidad y variedad. Los hay para todos los gustos, estilos decorativos y, todos son capaces de satisfacer cualquier necesidad. Desde sofisticadas artesanías hasta exóticos conjuntos de menaje con pinceladas propias de la cultura en la que han brotado.

Lo más llamativo de todos ellos son sus formas, en muchos casos asimétricos, con colores inspirados en el paisaje oriental y los materiales con que están fabricados.

Otras de sus características es que no pierden de vista la base del sistema decorativo occidental: la funcionalidad. Prácticamente todas las piezas de este mobiliario, tanto las grandes como las pequeñas, son multifuncionales. Es decir, pueden emplearse en distintas funciones y sirven para múltiples actividades.

Hay piezas inspiradas en los distintos estilos clásicos, así como en el mobiliario posmoderno occidental. Las más abundantes son las de épocas tales como la Isabelina o  Luis XV; y las reproducciones más comunes son las de cómodas, mesitas, armarios, pintados a mano o lacados.

En este caso se trata de introducir en las viviendas, a través de reproducciones en miniaturas, un poco de glamour, distinción y, en cierta forma, un cierto toque de exotismo. Fundamentalmente en estancias oscuras o pequeños rincones faltos de vida. Para lograrlo, además de pequeños muebles auxiliares, se emplean objetos de rasgos étnicos como jarrones, platos, alfombritas, etc.

LA FUERZA DE LOS MATERIALES

Todas destacan por el sello étnico entremezclado con la sofisticación y elegancia de lo occidental. Aunque siempre predomina, por encima de cualquier otro aspecto, el  espíritu impuesto por las nuevas tendencias decorativas dominantes en los países desarrollados.

La gama de colores es casi infinita, rompiendo con todos los cánones conocidos dentro de la estética dominante. Son objetos que evocan la arquitectura de corte Taif y que están hechos para sobresalir entre la sombra. Por sus volúmenes simples: esferas o cilindros; por sus colores primarios: el rojo, el azul o el verde, sobre fondos negros y dorados.

La calidad de los materiales también es otro rasgo a destacar, ya que se trata de un mobiliario a primera vista sencillo, libres de adornos innecesarios, pero fabricado con maderas nobles, tales como cerezo, álamo, tanganica, limoncillo o ébano. Los tiradores de la mayoría de estos muebles son de cristal de Murano o de porcelana china.

Los complementos y objetos más exóticos, los llamados a introducir un cierto toque de distinción y glamour en el ambiente, son elementos que se han utilizado toda la vida, tales como platos decorativos y centros de mesa de cerámica con bordes de fibras; ropa de cama confeccionada con seda salvaje y pedrería, etc.

¿Dónde está lo exótico?, en la mezcla de materiales, en sus formas, dibujos y coloridos. En la estructura de pequeños complementos de uso diario, tales como juegos de té o café con forma asimétrica y colores fuertes; bandejas lacadas envueltas en bambú; en pequeñas piezas auxiliares de diseño únicos, como el mueble de orfebre.

Así como los llamativos muebles coloniales adaptados a las exigencias de espacio y estilo de vida de los hogares modernos. Aunque están fabricados en países de cultura oriental, por su solidez, sencillez y riqueza de materiales, se han convertido en imprescindibles para quienes aspiran a introducir glamour en sus casas y no cuentan con mucho dinero.

Son artículos que, por lo regular, poseen un diseño minimalista y estilo limpio de floritura. Muchos de los muebles que llegan al mercado proceden de la época colonial, pero otros están fabricados expresamente para vender en Occidente. Los que mejor conservan el estilo clásico son los destinados a porches y barandas, aunque en la actualidad también se emplean en interiores.

EFE-REPORTAJE

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