Gobernabilidad que a veces duele

Gobernabilidad que a veces duele

Los chicos ácidos del encuentro del Grupo de Comunicaciones Corripio se mostraron sorprendidos por las artes mágicas del equipo del Programa de Medicamentos Esenciales (Promese).

No es para menos, porque en un Estado despilfarrador y poco dado a las planificaciones, esa entidad es como una flor.

Pero un sabor amargo quedó en los habitués del encuentro, el hecho de que Promese no tenga, como política masiva de negocios, la promoción de los medicamentos genéricos, sobre todo, entre los segmentos de clase media.

No solo porque su foco de atención son los más desfavorecidos, sino porque no puede  contravenir las reglas del mercado capitalista en el que, el sector privado, juega un rol importante.

Un chico ácido le dijo a la doctora Elena Fernández, la directora de la entidad, que a lo mejor a partir de la aprobación de la reforma fiscal que sería aprobada en el Congreso, los pobres serían más.

De ser así, por qué no ampliar el ramo de clientes, comentó un periodista que se respondió así mismo “difícil, muy difícil, la gobernabilidad se impone”.

ViagraCal.  Regocijados también estaban los chicos ácidos por la reducción del precio de 81 medicamentos, de los que se venden en las Farmacias del Pueblo.

 Igualmente por la posibilidad de que en estas se vendan anticonceptivos, para que los más pobres planifiquen los hijos que desean tener. Pero un exagerado pidió, en voz muy baja, que también vendieran algo así como ViagraCal.

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