El gobernador del Banco Central, Héctor Valdez Albizu, consideró ayer que el 2023 constituye un año de retos porque, luego de la crisis provocada por la pandemia del coronavirus, el impacto inflacionario asociado al conflicto bélico entre Rusia y Ucrania, el mundo enfrenta nuevas turbulencias financieras originadas por la quiebra de dos bancos estadounidenses, el Silicon Valley y el Signature.
Resaltó que en respuesta a la incertidumbre del sistema bancario se realizaron fusiones y adquisiciones, inyecciones de capital y en última instancia, una acción coordinada entre la Reserva Federal de Estados Unidos y los bancos centrales de Europa, Canadá, Inglaterra, Japón y Suiza, para poner a disposición del mercado financiero nuevas líneas de crédito en dólares.
Valdez Albizu habló al presidir la 297ª Reunión del Consejo Monetario Centroamericano (CMCA), celebrada de manera híbrida durante los días 23 y 24 de este mes.