SANTIAGO.- Tras varios días encadenados y en huelga de hambre, los damnificados por las tormentas Olga y Noel fueron atendidos por el gobernador, José Izquierdo, aunque el diálogo no surtió los efectos esperados para los moradores de Rafey y Bella Vista.
Inicialmente, Izquierdo había advertido a los reclamantes que no hay apartamentos para alojarlos y que no había una respuesta inmediata porque hay que esperar que culminen los trámites de entrega de unos terrenos que el gobierno le facilitará a Santiago Solidario, que es donde ustedes estarían en primera fila, y donde se podrán construir unas 300 viviendas.
El anuncio del gobernador fue rechazado por los encadenados, que amenazaron con colocarse los candados de nuevo si no hay una repuesta concreta de la situación. Los manifestantes se negaron a irse de la Gobernación a la espera de que Izquierdo salga con una nueva propuesta.
El Gobierno proyecta trabajar para una segunda etapa de solución habitacional a favor de las familias damnificadas, dijo el gobernador Izquierdo.
Los damnificados de San José La Mina aceptaron las promesas de solución que les hizo el gobernador y abandonaron la protesta.