Gobierno Argentina con todo contra devaluación del peso

Gobierno Argentina con todo contra devaluación del peso

El gobierno argentino ha decidido usar todo su arsenal contra la devaluación del peso.
Esto implica un cambio de política porque en la práctica deja de regir la “zona de no intervención” establecida en octubre de 2018 (con un mínimo de 40 pesos y un máximo de 51 pesos por dólar) y el Banco Central pone sobre la mesa sus reservas al completo, de casi 72.000 millones de dólares, para intentar estabilizar la moneda y contener la inflación.
Este cambio de política ha sido un resultado de las fuertes turbulencias de la pasada semana y la alta inflación, que (se estima que en abril volverá a rebasar el 4% mensual).

Antes del cambio de política, el Banco Central de Argentina venía vendiendo 60 millones de dólares cada día y se reservaba una venta adicional de 150 millones si la divisa estadounidense superaba los 51,45 pesos.
En adelante, los 150 millones de las “ventas de emergencia” serán elevados hasta 250, y se podrá intervenir a discreción de la autoridad monetaria incluso si el dólar no rebasa el límite establecido en la banda cambiaria.
La banda, por tanto, se convierte en un margen meramente indicativo.

Según explica una publicación del diario El País, la mayoría de los analistas señalan que la decisión entraña riesgos.
En primer lugar, porque las reservas de oro y divisas son importantes pero limitadas, y si la intervención masiva no funciona se habrán agotado los instrumentos para contener la depreciación del peso.
En segundo lugar, porque cuanto más bajen las reservas, más costará pagar el año próximo las cuotas del préstamo de 57.000 millones del Fondo Monetario Internacional (FMI) y los vencimientos e intereses de bonos: en total, la suma se estima en unos 36.000 millones de dólares.

Si los inversores internacionales estimaran que la reducción de reservas implica un mayor riesgo de default, la crisis podría acelerarse.
En la publicación del diario El País se recuerda que el riesgo-país de Argentina está cerca de los mil puntos, es decir, que pagaría un sobreprecio del 10% por cualquier crédito en el mercado libre, lo que en la práctica le impide el acceso a la financiación regular y extrema su dependencia del FMI.

Breve. La intervención discrecional, a la que se vuelve ahora, fue utilizada por el entonces gobernador del Banco Central, Luis Caputo, durante su breve mandato (de junio a septiembre del año 2018), después de que el peso se hundiera en el primer semestre del año.
La moneda argentina siguió cayendo, por lo que fue necesario negociar con el Fondo Monetario Internacional un aumento del préstamo (de 50.000 a 57.000 millones en septiembre) y Caputo fue reemplazado por Guido Sandleris, hasta entonces secretario de Política Económica del Ministerio de Hacienda de Argentina.

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