La semana pasada el Ministro de Hacienda, Jochi Vicente, mediante una serie de Twitter, reveló la preferencia del Ministerio de Hacienda por la contratación de deuda con organismos multilaterales para reducir la dependencia de las emisiones de bonos en vista de que “las deudas con organismos multilaterales son significativamente menos costosas que las demás alternativas”.

La pasada administración de Danilo Medina cometió dos graves pecados financieros, uno fue no implementar el Pacto Fiscal cuando contaba con un escenario interno de crecimiento con estabilidad y uno externo con bajos precios del petróleo y las tasas de interés; el otro pecado fue duplicar el monto nominal de la deuda pública y cambiar radicalmente el perfil de la deuda externa. La prioridad era la reelección y comerse el segundo “tiburón podrido”.

Para tener una idea de la magnitud del desastre financiero baste recordar que al 16 de agosto de 2004, cuando concluyó la administración de Leonel Fernández, la deuda del sector público no financiero(SPNF) ascendía a US$19,296.4 millones, equivalente al 31.8% del PIB, en esos ocho años la deuda apenas aumento 3.6 puntos porcentuales, mientras al mes de febrero de 2020,antes de la pandemia, la deuda del SPNF alcanzó la cifra de US$38,381.4 millones, casi el doble, equivalente al 48.6% del PIB.

En cuanto al perfil de la deuda en agosto de 2004 el 78.8% de la deuda externa era multilateral y bilateral y los bonos soberanos, por un monto de US$2,466.6 millones, representaban el 19.3% de la deuda externa; pues bien, en febrero de 2020, 7.5 años después, el perfil cambió y la deuda multilateral y bilateral representaba el 26.3% de la deuda externa total y los bonos soberanos el 73.7%. En apenas 7.5 años el gobierno de Danilo Medina coloco en los mercados de capitales nada más y nada menos que US$16,527.3 millones.

Con el covid la RD, igual que la mayoría de los países, ha debido recurrir a un aumento acelerado de la deuda pública para financiar el gasto derivado de la pandemia y la caída de los ingresos y al mes de abril de este año la deuda del SPNF ascendió a US$47,446.3 millones, equivalente al 56.8% del PIB con el 25.4% en multilaterales y bilaterales y 74.6% en bonos, habiéndose incrementado su stock desde febrero de 2020 al mes de abril de 2021 en US$5,716.1 millones.

Cambiar el perfil de la deuda va a ser muy difícil en este cuatrienio, independiente de la buena voluntad del Presidente y el Ministro de Hacienda, porque las necesidades de financiamiento son muy elevadas a corto y mediano plazo y los prestamos multilaterales y bilaterales, con todo lo positivo de los bajos intereses y la supervisión del uso de los recursos, son muy lentos entre la firma, la aprobación legislativa y los desembolsos, tampoco es suficiente la estrategia de restructurar pasivos.

Es posible dar preferencia al endeudamiento en pesos, como sugiere el Ministro, pero nuestro mercado de capitales no permite un cambio sustancial de la deuda como para reducir de forma importante el riesgo cambiario; por cuanto la única salida, en eso coincido con el Ministro, es en el marco del Pacto Fiscal lograr una reforma que permita superávit primarios crecientes para reducir el stock de la deuda y acometer el cambio de perfil.