Gobierno carece de voluntad
política para combatir la pobreza

Gobierno carece de voluntad<BR>política para combatir la pobreza

POR GERMAN MARTE
La actual gestión del Presidente Leonel Fernández  ha seguido priorizando el asistencialismo dentro de las políticas sociales, a pesar de que con esto  no se logra reducir  la pobreza, manifestaron ayer la socióloga Olaya Dotel y la economista Rosa Cañete

Afirmaron  que al priorizar el asistencialismo, el gobierno incurre en un error histórico, ya que se ha demostrado que de ese modo no se logra reducir la pobreza, sino reproducirla.

Dotel y Cañete    dijeron que desde el gobierno falta voluntad política para combatir la pobreza, para transformar el sistema en incluyente, para que  deje de generar pobres y no se limite a intentar asistirlos.

Añadieron que lograr eso hay “que atacar a los poderosos”.

Las dos profesionales son autoras del libro “Política Social en República Dominicana 1930-2007”, publicado recientemente por el Centro de Estudios Sociales Padre Juan Montalvo.

“La política asistencial sirve para tapar crisis, pero no crea las capacidades en las personas”, para salir de la pobreza, resaltó Cañete.

Indicó que ya no son sólo los sectores de izquierda los que dicen que para reducir los niveles de pobreza primero hay que reducir la desigualdad social, y crear capacidades en la población, “eso lo dicen el BID y el Banco Mundial”.

Pero el asistencialismo no crea capacidades en la población, es como echar dinero en saco roto, apuntó la economista.

Las autoras señalaron que  el país sigue esperando la puesta en marcha de la Ley de Seguridad Social, que es una política universal.

Dijeron que  mientras la Seguridad Social sigue estancada, nadie frenó el programa “Comer es Primero” a pesar de las criticas que se le hicieron.

Cañete subrayó que la salud es un bien público, pero la Seguridad Social sigue sin arrancar debido a los intereses de algunos sectores. Manifestó que el Estado debe garantizar la salud de la población y superar los intereses particulares.

Sostuvo  que la asignación de más este año  de RD$22 mil millones para subsidios, más que lo destinado a Salud o a Educación es un claro exponente de la priorización de políticas a corto plazo del gobierno frente a políticas a largo plazo.

A su juicio, la política social, históricamente, ha sido utilizada con fines clientelares, para ganar favores políticos que se ven rápido.

Explicó que la inversión en Educación se ve a largo plazo y por eso los gobiernos, que quieren ver resultados rápidos para explotarlos políticamente, no lo priorizan.

 Por eso, estimó, se precisa un pacto social para que todos los partidos y la sociedad se pongan de acuerdo en cuanto a ciertos temas, para priorizar la inversión de los recursos del Estado. Eso se hizo en España con los “Pactos de la Moncloa” y se garantizó el sistema de pensiones y de la Seguridad Social de ese país.

Las economistas fueron entrevistadas por Orlando Jorge Mera en el programa Líderes que se difunde los domingos por Color Visión, canal 9.

Primera dama y el clientelismo

El Despacho de la Primera Dama  tiene un presupuesto de RD$228 millones, a pesar de que no desempeña una labor fundamental en la lucha contra la pobreza. Y eso, según Cañete, es  una evidencia más del uso clientelar de los recursos públicos en la lucha contra la pobreza y la desnaturalización de la política social del gobierno.

 En su opinión,  el Despacho de la Primera Dama no debería existir.

“La Primera Dama, hasta donde nosotros sabemos, no tiene funciones pública”, expresó Cañete.

Consideró un error destinar recursos a una oficina que no debe existir dentro del esquema de lucha contra la pobreza.

Más bien esos recursos deberían estar destinados a otra instancia cuyo fin sea luchar contra la pobreza, “no la promoción de la Primera Dama”.

Modelo genera pobreza

Uno de los hallazgos del trabajo de campo para escribir el libro, explicó Dotel, fue descubrir la desvinculación de la política económica con la social.

 “Nosotros tenemos un modelo económico que genera pobreza”,  que por un lado le quita recursos al Estado para dar servicios sociales, pero a la vez genera una población con muy bajos ingresos.

Dijo que el modelo económico está basado en bajos salarios y trabajo precario.

Por un lado, hay muchas exenciones fiscales, por lo cual  pocas fuentes recursos para que  el Estado pueda responder a las demandas que genera el mismo modelo.

 Manifestó que ahora que se avecinan unas elecciones presidenciales, la población tiene la oportunidad de exigirles a los candidatos propuestas concretas en materia de políticas sociales y económicas.

 “No puede ser que los candidatos sigan diciendo que van a reducir la pobreza y no digan cómo lo van a hacer, cómo van a enfrentar la calidad de la educación y de los servicios sociales en sentido general”.

La población también es culpable

Uno de los grandes inconvenientes para superar el clientelismo es que la población apoya esa práctica.

De hecho, señala Cañete, el gobierno que se atreva a tomar esa decisión seguramente tendrá muchos problemas, “puede ser que lo tumben en tres meses, podríamos decir”.

Por eso, dijo, ningún gobierno se atreve a tomar la medida de acabar con el clientelismo, cuando todos ellos, sus técnicos y la población en general saben que eso no tiene sentido y que hay que superarlo.

 Empero, recalcó, la población no concibe que se tomen medidas que tal vez den resultados en cinco años, “yo quiero que me lo den ahora”.

 Esto se debe a que los gobiernos no han tenido una práctica coherente que garantice la seriedad de sus propuestas políticas.

La economista propuso la modificación del Gabinete Social de modo que se limite a coordinar los programas de asistencia social, no a ejecutarlos.

Tanto Olaya Dotel como Cañete consideran que los programas de asistencia social  deben ser la extensión de programas universales y por lo tanto ejecutados por las distintas secretarías que abordan los temas específicos. 

Publicaciones Relacionadas

Más leídas