BARCELONA. El presidente de Cataluña, Carles Puigdemont, pidió el lunes la mediación internacional para resolver la crisis suscitada por el referéndum independentista y demandó que la policía nacional se retire de la región tras los sucesos de violencia de la víspera.
Añadió que el gobierno regional investigará violaciones de derechos humanos cometidos durante la jornada electoral. Puigdemont exhortó a la Unión Europea a considerar el deseo secesionista de Cataluña como un problema europeo, y llamó al gobierno de Mariano Rajoy a aceptar la mediación.
Dijo que en los próximos días en Parlamento regional pondrá en marcha un proceso para declarar la independencia ya que una mayoría de votantes optó por el sí en la consulta. Poco antes se informó que el gobierno de Cataluña celebró el lunes una reunión a puerta cerrada para discutir los próximos pasos en su plan para declarar la independencia de España.
Las autoridades regionales dijeron que la votación, que España insiste en que es ilegal y no tiene validez, mostró que la mayoría de la población está a favor de la secesión. La debacle de la consulta dejó a España y Cataluña al borde de un enfrentamiento que podría ser desastroso: Ambas partes sostienen que lo sucedido el domingo en la región del noreste del país le da la razón y ninguna parece dispuesta a ceder terreno.
Puigdemont presidió la reunión en la que podría considerarse la posibilidad de pedir al parlamento catalán que vote sobre una declaración de independencia más adelante en la semana.