Delegados del gobierno colombiano y de las FARC harán «una evaluación fría y objetiva» del proceso de paz, anunció el presidente Juan Manuel Santos este lunes, un día después de la liberación de un general cuya captura provocó la interrupción de las negociaciones.
Los delegados de paz del gobierno viajarán este lunes a La Habana, sede de las negociaciones desde hace dos años con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC, comunistas), suspendidas el 16 de noviembre por Santos tras la captura del general, el oficial de más alto rango tomado por esa guerrilla.
«Se van a ir un par de días un poco a evaluar dónde está el proceso, para dónde vamos, y a hacer una evaluación fría, objetiva, para ver cómo podemos continuar», dijo el mandatario en un programa de televisión institucional.
La primera reunión entre los representantes del gobierno colombiano y del grupo rebelde está prevista para el martes en La Habana, precisó el mandatario.
Las conversaciones, que transcurren en Cuba sin un cese del fuego en Colombia, buscan poner fin a un conflicto armado de 50 años, el más antiguo del continente, que ha dejado 220.000 muertos y 5,3 millones de desplazados, según cifras oficiales.
Santos exigía para retomar los diálogos la liberación del brigadier general Rubén Alzate y sus dos acompañantes, el cabo Jorge Rodríguez y la abogada Gloria Urrego, retenidos por la guerrilla durante un desplazamiento de civil y sin escoltas en el remoto y selvático departamento de Chocó, en el noroeste del país.
Tras la entrega de los cautivos a una misión humanitaria con participación de delegados de Cuba y Noruega, garantes del proceso de paz, las FARC llamaron a «rediseñar las reglas de juego» para que «ningún suceso bélico en los campos de combate» justifique una nueva interrupción. «Es hora del cese bilateral del fuego, del armisticio», subrayaron.
Sin embargo, Santos, que se ha opuesto reiteradamente a que se decrete una tregua en Colombia mientras se negocia en Cuba, reafirmó en un comunicado su «convicción» de que ésta ha sido la mejor manera de «preservar» el proceso de paz.
Tras reunirse el domingo con el mandatario, Humberto de la Calle, jefe negociador del gobierno, dijo que la delegación irá a La Habana «con el ánimo de buscar decisiones prontas sobre lo que hemos llamado el desescalamiento del conflicto».
En el programa televisivo de este lunes, Santos dijo que espera que en el transcurso del día «las fuerzas militares y el propio general Alzate salgan a decir qué sucedió y le den una explicación al país» sobre las confusas circunstancias de su secuestro.