El presidente Leonel Fernández condecoró anoche al intelectual mexicano Carlos Fuentes, con la Orden al Mérito de Duarte, Sánchez y Mella en el grado Gran Comendador.
El presidente Leonel Fernández condecoró anoche al afamado escritor mexicano Carlos Fuentes, con la Orden al Mérito de Duarte, Sánchez y Mella en el grado Gran Comendador, durante una ceremonia efectuada en el Palacio Nacional.
La condecoración está contenida en el decreto número 210-10, emitido por el jefe de Estado. En el acto, celebrado en el Salón de Embajadores, estaban presentes la esposa del escritor Fuentes, Doña Silvia de Fuentes; el embajador dominicano en México, Fernando A. Pérez Memén y el embajador de México en el país, Enrique Manuel Loaeza Tovar.
Además, la esposa del presidente Fernández, doctora Margarita Cedeño y los ministros de la Presidencia y Cultura, César Pina Toribio y José Rafael Lantigua, entre otras personalidades.
Fuentes nació en Panamá y creció en diversos países americanos, a causa de la profesión diplomática de su padre. Estudió en Suiza y Estados Unidos y se reinstaló en México en 1944, ocupando cargos administrativos y diplomáticos. Ha vivido en Europa y Norteamérica, dictando cursos o representando a México.
En 1955 fundó la Revista Mexicana de Literatura, junto con Octavio Paz y Emmanuel de Carballo. Obtuvo diversos premios: Biblioteca Breve (Barcelona, 1967), Rómulo Gallegos (Caracas, 1977), Alfonso Reyes (México, 1979), Nacional de Literatura (México, 1984) y Cervantes (Madrid, 1987). Colabora en numerosos y destacados medios de nuestra lengua.
La narrativa de Fuentes se inicia en el realismo con Los días enmascarados (1954) y Las buenas conciencias (1959). Adquiere su perfil característico con La muerte de Artemio Cruz (1962), donde asimila técnicas modernas, como el monólogo interior y la alternancia de narradores, propias de la literatura norteamericana.
En otros títulos ha continuado trazando un gran fresco de la sociedad mexicana contemporánea: La región más transparente (1958), Zona sagrada (1967), Cambio de piel (1967) y el ambicioso recuento de la historia continental: Terra nostra (1975). Otras narraciones suyas son Agua quemada (1981); Gringo viejo (1985), sobre el escritor norteamericano Ambrose Bierce, y Cristóbal Nonato en (1987).
Agradece gesto
Fuentes, al agradecer al presidente Fernández la condecoración expresó que en el país ha encontrado una serie de valores que incluyen la libertad de pensamiento. Afirmó que todos ellos son la base de la excelente relación que existe entre México y la República Dominicana.
Señor Presidente muchas gracias ante todo, este reconocimiento me honra personalmente pero tiene un significado que me supera, honra también a mi patria México y honra a la literatura, dijo.
Consideró la distinción como prueba manifiesta de la gran amistad entre México y la República Dominicana y nuestro personal aprecio y amistad hacia usted señor Presidente.
Luego del reconocimiento, Fernández ofreció una cena al escritor mexicano y a sus acompañantes, en el comedor privado de la casa de gobierno.
Fuentes fue investido Doctor Horis Causa el sábado por el rector de la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra, durante un acto en el recinto Santo Tomás de Aquino, en la capital.