RAMÓN NÚÑEZ RAMÍREZ
El cumplimiento de todos los criterios cuantitativos de desempeño, las metas indicativas así como las acciones dentro del ámbito de las reformas fiscal y bancaria, han permitido a las autoridades recibir el visto bueno del FMI y de toda la comunidad financiera internacional, consolidar el proceso de crecimiento con estabilidad iniciado antes de retornar al acuerdo, mejorar la clasificación riesgo-país y el clima para la inversión extranjera.

Hablar de cumplir con todos los topes y metas en cuatro revisiones sucesivas parece una tarea sencilla, sin embargo es bueno recordar que el gobierno pasado se quemó en las dos únicas revisiones del acuerdo Stand-By produciéndose la ruptura del programa, un mayor deterioro del entorno, entiéndase mayor inflación y devaluación, y de paso convirtiendo a la República Dominicana en uno de los casos más difíciles para el organismo multilateral.

El Directorio del FMI aprobó la pasada semana las revisiones de septiembre y diciembre del año pasado, cumpliendo las autoridades con todas las metas fiscales y monetarias, debiendo el organismo otorgar siete dispensas, cuatro de las cuales dependen de aprobaciones en el Congreso, mientras son atendibles una posposición en el área fiscal (validación de atrasos internos incurridos antes del 31 de diciembre del 2004) y dos posposiciones en el área financiera, a saber: la conclusión de los planes de negocios de los bancos y el programa para recapitalizar el Banco Central.

En término del área fiscal (criterios cuantitativos de desempeño) el programa permitía al sector público no financiero a diciembre del 2005 un déficit de RD$6,400 millones, meta superada con un déficit de apenas RD$3,400 millones. El sector público cumplió con el criterio cuantitativo de no acumular atrasos externos, mientras el tope acumulativo del endeudamiento externo alcanzó el monto de US$596 millones, sin embargo el programa permitía un tope de US$1,105 millones. En término de las metas indicativas el sector público no financiero podía incrementar en mil millones de pesos el crédito neto con el sector bancario interno, meta que fue sobre-cumplida, pues el resultado fue de signo contrario con un incremento de los depósitos públicos por RD$9,900 millones.

En relación a los criterios cuantitativos de desempeño en la parte monetaria a diciembre del 2005 las reservas internacionales netas(de acuerdo a la definición del FMI) ascendieron a US$853 millones, superando en US$503 millones la meta del programa.Los activos internos netos del Banco Central(definido como dinero en circulación menos reservas internacionales netas) debían presentar un tope de RD$26,500 millones, meta sobre-cumplida pues los AIN apenas llegaron a RD$8,300 millones. La base monetaria, única meta indicativa monetaria, alcanzó la cifra de RD$104,600 millones, equivalente a la meta del programa por RD$104,000 millones.

Aparte de los criterios cuantitativos y las metas indicativas, las autoridades han cumplido con todas las acciones dentro del ámbito de la reforma fiscal sometiendo al Congreso, dentro del calendario estipulado por el programa, todos los proyectos de leyes, algunos de los cuales perimieron y fueron reintroducidos por el Poder Ejecutivo, también las acciones comprendidas en la reforma bancaria fueron cumplidas por el Banco Central y la Superintendencia de Bancos, a excepción de los planes de negocios de los bancos y finalizar la negociación de memorándum de entendimiento con los bancos, según sea requerido.

Gracias al cumplimiento con holguras de todos los criterios cuantitativos de desempeño, las metas cuantitativas y las acciones dentro de las reformas fiscal y bancaria el FMI ha dado su visto bueno a todas las revisiones del programa en su primer año completo y ese extraordinario desempeño de las autoridades y el compromiso con la estabilidad y la recuperación ha contribuido a reforzar la confianza de los agentes económicos y mejorar la clasificación riesgo-país.

La recuperación económica en tiempo récord y el extraordinario crecimiento del PIB (9.3% en el 2005 y 12.6% en el primer trimestre de este año) con una inflación de apenas un dígito, a pesar del choque petrolero, constituye los frutos iniciales de una administración responsable que aún en tiempos de campaña, contrario a gobiernos precedentes que desajustaban la economía, ha mantenido la disciplina en la ejecución presupuestaria.

El nuevo programa contempla otros topes a las variables mencionadas anteriormente, la introducción de otros conceptos para limitar el endeudamiento externo (como criterio cuantitativo y ahora como meta indicativa) así como metas mensuales para el sector eléctrico. Sin embargo, la voluntad política y el mantenimiento de la disciplina augura que el Gobierno y el país seguirán cumpliendo estrictamente con el programa en las próximas revisiones trimestrales.