Hace cierto tiempo leímos que en el Distrito Nacional y el gran Santo Domingo existen más de cien cañadas que constituyen un verdadero foco de contaminación y riesgo para las vidas de sus empobrecidos habitantes.
Muchas de esas cañadas tienen nombres que ya son emblemáticos y un trágico historial de muertes y desgracias sanitarias, especialmente cuando se producen torrenciales aguaceros e inundaciones a consecuencia de los fenómenos de la naturaleza.
Por ello aplaudimos que, aunque sea en tiempos de elecciones, el gobierno del presidente Danilo Medina se haya decidido a sanear muchas de esas cañadas como el caso de La Ciénaga, donde la Corporación del Acueducto de Santo Domingo, que dirige el Ing. Alejandro Montás, ha realizado un trabajo extraordinario.
Se trata sin lugar a dudas de una gran inversión social, cuyos resultados en términos de salud y mejoramiento de la calidad de vida de centenares de miles de familia, constituye una de las obras gubernamentales más humanas y necesarias de la problemática nacional.
En ese sentido, una reciente visita sorpresa del presidente Medina a la cañada Altos de Cristo Rey de Los Tres Brazos, se comprometió a iniciar de inmediato los trabajos de rehabilitación de la misma, generando el alboroto y la alegría de sus moradores, quienes también formularon otras demandas.
Posiblemente Danilo Medina sea el único Presidente dominicano que exponiéndose a los peligros y la contaminación de esos lugares inmundos, se codea y abraza con sus habitantes en un sincero acto de sensibilidad y solidaridad humana, que por lo demás lo viene realizando desde el comienzo de su gestión gubernamental.