Un Gobierno en bemberria no vio, que en 240 municipios y distritos municipales funcionan igual cantidad de vertederos a cielo abierto y que al 69% le pegan fuego intencionalmente. Además que el 90% de las alcaldías recoge, mezcla y deposita residuos hospitalarios con basuras comunes.
El constante jolgorio de 8 años, impidió pronosticar, que hasta el 2036 se necesita invertir US$8,500 millones en agua potable y que el 48% del líquido que se sirve, se pierde. Que la falta de plantas de tratamiento de aguas residuales es un mayúsculo problema; y apenas el 9%, es el bajísimo nivel de almacenamiento de agua dulce, con relación al 40% tope.
Con el permanente teteo, no se impulsó la Ley de Ordenamiento Territorial para frenar el crecimiento caótico de las urbanizaciones que achican el área cultivable del país a un 23%. Cierto: No estaba muerto, estaba de parranda.