El Gobierno argentino revisará todas las contrataciones de la Administración pública y el estatus del personal estatal del país suramericano, exigiendo la presencialidad total a los empleados públicos, anunció este lunes el portavoz presidencial, Manuel Adorni.
El anuncio tuvo lugar después de que el presidente Javier Milei, reuniera a los miembros de su gabinete, a la vicepresidenta, Victoria Villarruel, y otras autoridades.
Se recuerda que Milei juró ayer domingo «por Dios y por la patria, sobre estos santos evangelios» como nuevo presidente de Argentina en el Congreso de la Nación, en Buenos Aires.
Posteriormente, recibió la banda y el bastón presidenciales de manos del mandatario saliente, Alberto Fernández, quien le estrechó la mano y dijo unas breves palabras, tras lo cual salió del recinto.
Durante su discurso enumeró que en materia de seguridad, «Argentina se ha convertido en un baño de sangre», que una de las ciudades más importantes del país (en alusión implícita a Rosario) ha sido «secuestrada» por el narcotráfico y la violencia, que los ciudadanos han sido «abandonados» por la clase política y que solo el 3 por ciento de los delitos conlleva algún tipo de condena.
«Se acabó con el siga, siga de los delincuentes», prometió mientras la multitud coreaba «¡Po-li-cía, po-li-cía!».
En materia social, Milei describió que «la mitad de la población es pobre, con el tejido social completamente roto», por lo que unos veinte millones de argentinos «no pueden vivir una vida digna», y seis millones de niños y jóvenes se van a dormir con hambre, caminan descalzos por la calle o han caído en la droga.
«Los planes contra la pobreza generan más pobreza», afirmó el nuevo gobernante argentino, quien insistió en que «la única forma de salir de la pobreza es con más libertad».
Milei se lamentó por las preocupantes cifras de la educación, un panorama que contrastó con el pasado, cuando Argentina se convirtió en el primer país «en terminar con el analfabetismo en el mundo». La gente le respondió: «¡Lo hicieron a propósito!».
En materia de salud, el presidente dijo que el «sistema se encuentra completamente colapsado», porque hay hospitales «destruidos», médicos que cobran «una miseria» y falta servicio de salud básica, una situación que, a su juicio, provocó que durante la pandemia del coronavirus Argentina 130.000 muertos, cuando podría haber tenido sólo 30.000.
Milei criticó el «Estado presente» del que hablan los políticos, porque según él es una fórmula «para justificar el aumento descomunal del gasto público que sólo beneficia» a la clase política.
En materia de infraestructura, advirtió que sólo el 16 por ciento de las rutas está asfaltada y apenas un 11 en buen estado, razón por la cual cada año mueren 15.000 argentinos en accidentes de tránsito.
Javier Milei será el presidente de Argentina por el período 2023-2027, tras haber ganado la segunda vuelta electoral, celebrada el 19 de noviembre, ante el candidato oficialista, el ministro de Economía saliente, Sergio Massa.
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