Gobierno de Puerto Rico advierte de las consecuencias de no reestructurar su deuda

Gobierno de Puerto Rico advierte de las consecuencias de no reestructurar su deuda

El gobernador de Puerto Rico, Alejandro García Padilla. EFE/Archivo

San Juan. El Gobierno de Puerto Rico advirtió que si no se le conceden herramientas legales para reestructurar su millonaria deuda, la población de la isla caribeña sufrirá las consecuencias durante una década.   El secretario de la gobernación, Víctor Suárez, dijo hoy que la semana que acaba de comenzar es decisiva para que el Congreso de EE.UU. tome una posición sobre si Puerto Rico puede acogerse al capítulo 9 de la Ley de Quiebras y que, de tomar una decisión en contra, la principal perjudicada será la población del Estado Libre Asociado.

Suárez indicó en declaraciones a medios locales que en el caso de que el Congreso estadounidense mantenga su oposición a que la isla pueda acogerse a una reestructuración ordenada de la deuda de más de 72.000 millones de dólares el costo social será muy alto.   La prensa puertorriqueña corrobora hoy las palabras de Suárez al apuntar que el alto liderato del Congreso en Washington y miembros de la Casa Blanca se reunirán esta semana para tomar una postura conjunta sobre si Puerto Rico puede acceder al capítulo 9 de la Ley de Quiebras.

Suárez subrayó que esa es la forma adecuada de afrontar el problema, ya que de otra forma el panorama que se presenta es el de, tras un posible impago, una “batalla” judicial de consecuencias impredecibles entre acreedores y el Gobierno.   La pasada semana se celebraron reuniones en Washington entre grupos favorables a que Puerto Rico pueda acogerse a legislación federal para reestructurar su deuda y destacados miembros del Congreso estadounidense, según la prensa puertorriqueña.

Las reuniones habrían incluido a la líder de la minoría demócrata en la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, y los senadores de ese partido Richard Durbin y Charles Schumer.   La preocupación en EE.UU. por lo que ocurre en la isla caribeña es tal que el secretario del Tesoro estadounidense, Jacob Lew, hubiera viajado la pasada semana a San Juan en caso de que el Ejecutivo que encabeza Alejandro García Padilla no hubiese pagado, finalmente, la deuda de 354 millones de dólares de un vencimiento de deuda del Banco Gubernamental de Fomento (BGF) de Puerto Rico.

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