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LA HABANA
AP. El viceministro de Trabajo, Carlos Mateu, defendió la resolución por la cual se comenzará a pagar a las personas según su producción real y afirmó que el igualitarismo y el paternalismo son inconvenientes en un régimen comunista. Si es dañino darle al trabajador menos de lo que le toca, es dañino también darle lo que no le toca, dijo Mateu en declaraciones publicadas ayer por diario Granma, órgano del gobernante Partido Comunista.
El funcionario explicó los alcances de la resolución 9/2008 por la cual las empresas deberán pagar según la cantidad y calidad de lo que las personas produzcan y no en base a los resultados en colectivo de todo el centro laboral como ocurría hasta ahora. Ha existido una tendencia a que todo el mundo reciba lo mismo y ese igualitarismo no es conveniente. Eso es algo que tenemos que resolver pues a veces hay mucho paternalismo, señaló.
Agregó que no es justo que trabajadores y ausentistas reciban lo mismo. Los críticos del modelo cubano suelen acusarlo de fomentar la ineficiencia, el incumplimiento y el ausentismo mediante reglas benévolas. Para los defensores lo que se busca es la justicia social y no dejar desprotegido a los sectores más vulnerables. Justamente el presidente Raúl Castro comenzó en febrero su gestión como titular (antes fue interino desde julio del 2006) anunciando que combatiría estos fenómenos que atentan contra el desarrollo del país. Para Mateu, la resolución servirá para obtener mejores resultados productivos y de servicios. El sueldo promedio en Cuba es de 408 pesos cubanos (unos 19 dólares) a lo que debe agregarse los subsidios en alimentos mediante una libreta de abastecimiento para todos. La salud y la educación es completamente gratuita. Cifras oficiales indicaron que un 60% de la población recibe divisas extranjeras o pesos convertibles (la unidad equivale a 1,08 dólares) ya sea como pago por estar vinculado a sectores laborales como el turismo o mediante el envío de remesas.
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Prefieren no trabajar
Muchas personas, incluso profesionalmente calificadas prefieren no trabajar, ni estudiar pues obtienen más con la reventa en el mercado negro o por tener familiares en el exterior. Un reporte indicó que el 19% de los 2 millones de capitalinos se encuentra voluntariamente desempleado.
