Gobierno de reconciliación

Gobierno de reconciliación

Al momento de escribir estas líneas, el candidato presidencial del oficialista Partido de la Liberación Dominicana, licenciado Danilo Medina, se perfilaba como seguro ganador de los comicios del 20 de mayo recién pasado, con poco más del 51% de los votos emitidos.

A pesar de que los agravios, las ofensas y acusaciones no faltaron, la recién finalizada jornada electoral se caracterizó por el orden y la asistencia masiva de electores que desde muy temprano en la mañana se dirigieron a los colegios electorales a depositar su voto a favor del candidato de su preferencia.

La estrategia y desenvolvimiento en la conducción de ese proceso comicial de parte de los dirigentes de la campaña a favor de la candidatura del licenciado Danilo Medina, unida a los errores cometidos por su principal adversario, el agrónomo Hipólito Mejía, marcaron la diferencia para que, por tercera vez consecutiva, el Partido Revolucionario Dominicano resultara derrotado por el oficia- lista Partido de la Liberación Dominicana.  Pero, a pesar de su triunfo, el PLD no las tiene todas consigo. En los comicios recién pasados, la votación a favor del partido oficial mermó, mientras el PRD se reafirmaba como la agrupación política más preferida por el electorado dominicano.

Los votos a favor del PRD y sus aliados, sumados a los depositados a favor de los candidatos de partidos emergentes Guillermo Moreno, Eduardo Estrella, Julián Serrulle y Max Puig, dieron a entender que son muchas las cosas que una mayoría de dominicanos y dominicanas entiende que deben ser corregidas.

En la agenda del gobierno de Danilo Medina deberá figurar el impulsar los contenidos de la Ley Sobre Estrategia Nacional de Desarrollo 2010-2030 recién aprobada por el Congreso Nacional; el aprobar y promulgar la Ley de Partidos y Agrupaciones Políticas; y el llegar a un entendido con las demás fuerzas políticas del país en torno a cómo resolver los problemas que nos afectan en materia de educación, salud, vivienda, seguridad ciudadana, entre otros. Pero, ésas, y otras iniciativas, no podrán culminar de manera exitosa en medio de protestas y reclamos generalizados.

Por lo que triunfantes y derrotados en los pasados comicios deberán unirse en la ingente tarea de resolver los problemas que afectan a la sociedad dominicana y que se interponen en su camino hacia el progreso y el bienestar. Las últimas declaraciones del licenciado Danilo Medina apuntan en esa dirección.

Mientras el candidato triunfante Danilo Media prometía ante la tumba de Juan Bosch ser un presidente simple y considerado, debió recordar un párrafo del discurso de juramentación de su maestro pronunciado ante la Asamblea Nacional el 27 de febrero de 1963: ¡No deseamos el poder para gobernar con amigos contra enemigos, sino de gobernar con dominicanos para el bien de los dominicanos. No espere nadie el uso del odio mientras estemos gobernando.

Nosotros estamos aquí con la decisión de trabajar, no de odiar; dispuestos a crear no a destruir y amparar, no a perseguir”.

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