La vulnerabilidad sísmica de la República Dominicana amerita una actuación más activa de parte del Estado dominicano, no solamente para educar a la población sobre cómo reaccionar frente a un terremoto, sino para fortalecer los protocolos establecidos para que las construcciones sean lo más sismorresistentes posibles.

La recomendación la hace el geólogo Osiris de León, quien afirma que desde las instancias estatales no se ha actuado conforme a los riesgos sísmicos de la isla, sino que, por el contrario, se le ha dado la espalda a esa realidad.

Prueba de eso, según sus argumentaciones, es que las escuelas y hospitales se edifican sin que se realicen estudios profundos sobre el tipo de suelo, ya que de esas características dependerá el diseño y el reforzamiento que deben llevar esas estructuras para evitar que colapsen por las ondas expansivas de un temblor de tierra.

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En ese sentido dijo que, desde que se produjo el terremoto en Haití, el 12 de enero de 2010, se debió iniciar un programa urgente de evaluación de la sismorresistencia de las escuelas para corregir la vulnerabilidad sísmica que presenten.

“Aquí se revisan solamente los muros, las columnas, las vigas, las losas de entrepiso, hay unos formularios de evaluación rápida, pero se olvidan del detalle del suelo; entonces no hay una medición de la velocidad de propagación de la onda sísmica de corte en ese suelo.

“Y tampoco hay una medición del período de vibración del suelo, y eso hay que hacerlo porque usted necesita saber cómo va a vibrar ese suelo en un terremoto”, refirió.

Grave cuestionamiento

De León hace un gran énfasis en las escuelas, cuando aborda los riesgos sísmicos, porque son las edificaciones que, en determinado momento, albergan mayor cantidad de personas, de posibles víctimas.

En ese sentido lamentó que las escuelas dominicanas se diseñen en gabinetes, es decir, que primero se otorgan las licitaciones y después se busca el terreno sin hacer las evaluaciones previas de suelo.

“Un Estado no debe permitir que alguien le diseñe una escuela, un hospital o un puente, si no se ha hecho un estudio de suelo primero. Porque cuando usted hace un estudio de suelo usted tiene que medir la velocidad a la que viajan las ondas sísmicas de corte, que son las ondas secundarias, que son las que llevan el 70 por ciento de la energía elástica del terremoto, y son las que destruyen los elementos estructurales que llevan al colapso a las edificaciones”, refirió.

“Si usted sale a recorrer todo el territorio nacional se encuentra que todas las escuelas tienen el mismo diseño conceptual, no importa que caiga en la roca caliza que está en el ensanche Naco, en la andesita volcánica que está en Villa Altagracia, en la arcilla que hay en Santiago, o en el aluvión de gravas y arena que hay en Bonao”, explicó.

En ese contexto afirmó que, el plan masivo de construcción de escuelas, ejecutado en los gobiernos del expresidente Danilo Medina, careció de las evaluaciones de suelo a las que hace referencia.

“En el plan de construcción de escuelas del Gobierno pasado no se consideró la vulnerabilidad sísmica, y aunque digan que sí, no se consideró”, dijo.

En los gobiernos de Medina (2012-2020) se construyeron más de 24,000 aulas, como parte de la inversión del 4% del PIB en el sector educativo.

A juicio de De León, las intervenciones que propone no deberían postergarse ni el dinero debería ser la excusa, porque se podría recurrir a los financiamientos especiales que otorgan organismos multilaterales como el Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo.

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Reforzamiento a hospitales

Las recomendaciones del geólogo se extienden hacia otras infraestructuras estratégicas: los hospitales.
A su entender, los que se levantan encima de suelos como arcilla, limo, arena y aluvión, deben tener un aislamiento sísmico, que es una pieza de acero que se coloca entre la zapata y el primer nivel, de forma tal que el movimiento del suelo se disipe en el aislador y no entre en la estructura.

“Yo sé que hay mucha gente que no está de acuerdo conmigo, porque eso encarece, pero la sociedad nunca debe economizarse el dinero de la medicina, y con el tema de la sismicidad en República Dominicana nos hemos estado confiando demasiado”, expresó De León.

Suelo y respuesta sísmica

La importancia de conocer la característica del suelo en el que se levanta una obra radica en la respuesta sísmica ante la ocurrencia de un temblor de tierra.

Al hacer esa afirmación De León explicó que los terrenos de mala respuesta sísmica son la arcilla, limo, caliche, arena, y aluvión, pero en terrenos de roca rígida no se produce el mismo nivel de daños.

Cuando la onda sísmica entra a un terreno blando como Los Prados, San Gerónimo, La Castellana, Los Ríos, los Jardines del Norte, al no poder viajar rápidamente se amplifica, adquiriendo fuerzas cortantes que superan la resistencia de los elementos estructurales.

“Para cada tipo de suelo hay que hacer un diseño distinto para las escuelas, hospitales, puentes, y para una edificación multipisos”, destacó el experto al resaltar que es importante tener una proyección de cómo responde el suelo de ocurrir un temblor de tierra que supere los 6.5 grados en la escala de Richter.