Gobierno débil y malo

Gobierno débil y malo

Si con nuevas deudas o nuevos impuestos se paga el exceso de gasto público, no hay duda de que estamos en presencia de un Gobierno débil y mal gestionado, es lo que sucede en el país mientras no funciona la seguridad social, la que debería mantener controlada la pobreza extrema.

La mala gestión pública mantiene la economía en un limbo, con señales negativas que oficialmente no se interpretan, por ejemplo, el decrecimiento de los ingresos públicos con relación a lo programado, cuando se espera lo contrario.

En enero pasado las recaudaciones ascendieron a RD$19,264 millones, inferiores en RD$1,440 millones a las del mismo mes de enero de 2008, también por debajo en RD$817 millones a la estimación.

Crecieron, sin  embargo, en RD$1,132 millones con relación a los ingresos de enero de 2009, pero se debió a un cambio inesperado y negativo para la economía privada, el aumento del impuesto a los combustibles, que creció 68 por ciento por el alza internacional y local de crudos y derivados.

El mes de enero, por lo regular, es de superávit, los ingresos tienden a crecer y los gastos controlados luego de la fiesta de diciembre. Sin embargo, el comportamiento fue diferente en enero del 2010, cerró con un déficit de RD$1,398 millones, porque los gastos totales continuaron en aumento, por la influencia del gasto de personal que aumentó a RD$20,662 millones.

El Gobierno fija sus gastos según lo estimado, debe ser tomando en cuenta los ingresos reales, para evitar que se acumulen nuevas deudas y atrasos, que el aumento de la deuda pública al finalizar el 2010 no supere los RD$115,964.6 millones aprobados en el presupuesto, monto éste históricamente alto, representa el 31 por ciento del presupuesto de gasto.

La responsabilidad del Gobierno es promover el empleo y el crecimiento, pero con una política responsable de gastos, entendiendo, aunque el Fondo Monetario Internacional lo permita y hasta lo estimule, que es insostenible crecer con endeudamientos, porque al final se trata de una costosa mentira.

La sociedad no tiene duda  de que al Partido de la Liberación Dominicana y al Gobierno corresponde la paternidad de la crisis económica, también de que para salir de ella, evitando endeudamientos innecesarios y mayores impuestos, es necesario ajustar hacia abajo el gasto del sector público.

Es que en los últimos dos años el déficit público ha promediado RD$50 mil millones, el costo social del ficticio crecimiento de que habla el Gobierno, el que no llega a los ciudadanos de a pie, razón por la que cada día aumentan las voces independientes que demandan del Presidente Fernández menos palabra y más acción en el campo de la política económica, una reorientación de la economía.

Porque desespera ver que los funcionarios continúan con el mismo nivel de vida, mientras el desempleo y la pobreza no ceden.

El exceso de gastos es la estrategia del Jefe de Estado para intentar retener la mayoría congresual, aunque algunos piensan que es por negligencia o ineptitud que lo permite mientras el país empobrece.

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