Gobierno despilfarrador

Gobierno despilfarrador

POR ARTURO MARTÍNEZ MOYA
En algunos de los trabajos que publico los lunes puntualizo la diferencia de gerencia entre Miguel y Leonel, afirmando que será determinante en la decisión de votar el próximo 16 de mayo del 2008. Mientras Leonel, en sus decisiones, tiene tendencia a privilegiar a persona y a grupo de personas, Miguel piensa en todos los consumidores y productores del país, véamos la decisión más reciente, el subsidio al gasoil utilizado por transportistas afiliados a los gremios de carga y pasajeros legalmente registrados, tales como Conatra, Fenatrado, Mochotran y Fenatrano.

Leonel ocultó al pueblo que el subsidio, no es sólo por la eliminación del impuesto total de RD$31.79 pesos por galón, que también exonera el pago que debe hacerse a los distribudores (RD$3.15 el galón), detallistas (RD$9.25 el galón) y transportistas-tanqueros (RD$3.00 el galón). Es decir, dejando fuera a los transportistas independientes, a las empresas y a las familias que diariamente consumen el producto, Leonel privilegia al grupo mencionado con un subsidio total mensual de RD$47 millones y en los tres meses del programa de RD$142 millones, montos muy diferentes a los planteados por el gobierno que era de RD$32 millones mensuales y RD$95 millones en tres meses.

Hace más de seis meses que Miguel planteó la necesidad de que se redujera el impuesto al gasoil para favorecer a todos los consumidores, los que mensualmente demandan 34 millones de galones; Miguel es de opinión que debe mejorarse el ingreso disponible de las familias y el flujo de efectivo de las empresas, en lo que no cree Leonel, quien prefirió mejorar el flujo de efectivo de determinados transportistas.  En lugar de RD$104 o RD$105 el galón sólo para el grupito de empresarios, el precio base debió ser de RD$111 para todos los consumidores de haberse aplicado la sugerencia de Miguel. Este precio base, que considera la justicia y la equidad que debe existir en la medida y que están ausentes en el Decreto de Leonel, toma en consideración  el precio de paridad de 89 de centavos de la semana pasada y el nivel de impuesto ad-valorem de 25% que sugirió Miguel. En su propuesta Miguel demostró que sabe gerencial las cosas públicas, mientras el pueblo se dió cuenta de que Leonel no pega una cuando no tiene la tutela internacional en decisiones importantes; es decir, como el FMI no estuvo de por medio para indicarle qué hacer, se equivocó con un Decreto carente de sentido económico para los consumidores y productores y sin contenido social.

Leonel no tomó en cuenta la realidad dominicana, que la demanda gasoil (y de los demás derivados del petróleo) es inelástica con relación al precio relativo del producto, de modo que la cantidad que se consume mensualmente no se altera por cambio en el precio internacional ó cuando aumenta el impuesto; lo que si se afecta de manera sensible cuando aumenta el precio internacional y/o el impuesto, es el sistema de precios de la economía, el flujo de caja de las empresas, el presupuesto de las familias, y en general, las actividades económicas del país, variables que Miguel si tomó en consideración al momento de plantear su sugerencia de reducir el impuesto para alcanzar a todos los consumidores y no a un grupito. Leonel demostró una véz más que encabeza un gobierno con serias lagunas conceptuales, robustece la afirmación su creencia de que la reducción del impuesto como reclama Miguel invitaría a un mayor consumo de gasoil, por eso no lo hace. Está completamente equivocado.

Precisamente por carecer de un concepto económico sólido es que los hombres de empresas le piden que siga con el FMI, porque cuando actúa sin amuleto, como en el caso que nos ocupa, toma decisiones que la población desaprueba por desafortunada. Por lo menos dos precios para el gasoil en el mercado local surgirán con el privilegio impositivo que ha creado, formándose un mercado negro generador de rentas para algunos. Su proceder el público lo ve como otra manera de usar el dinero del pueblo para la compra votos, no sin razón algunos hacen comparaciones con el Ancien Régime, en el siglo XVIII el rey utilizaba las arcas públicas para enriquecer a sus favoritos, es lo que ha demostrado Leonel con sus ejecutorias. La transferencia mensual a los sindicatos encaja como un favoritismo electoral que no sirve al interés público.

Miguel no cree que en los combustibles exista campo para los altos impuestos establecidos por Leonel sin penalizar las actividades económicas y el empleo. Cree en la neutralidad de la política impositiva sobre los combustibles. Como el Decreto es inaplicable, es necesario hacer caso a la sugerencia de Miguel de reducir todos los impuestos a los combustibles.

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