El Gobierno de Estados Unidos dijo este lunes que no tiene contactos con el expresidente brasileño Jair Bolsonaro, quien se encuentra en territorio estadounidense y cuyos seguidores asaltaron el domingo las principales instituciones de Brasil.
El consejero de Seguridad de la Casa Blanca, Jake Sullivan, afirmó a la prensa que el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, hablará sobre lo ocurrido con su homólogo brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, pero todavía no hay fecha para la llamada.
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El funcionario afirmó que no hay “contacto directo” con Bolsonaro, quien viajó a Florida en vísperas de la toma de posesión de Lula, y agregó que por el momento el Gobierno de Brasil no ha pedido a Estados Unidos el retorno del exmandatario.
“Si recibiéramos dicha solicitud, lo abordaríamos de forma seria como siempre hacemos”, dijo Sullivan, quien está en México por la Cumbre de Líderes de Norteamérica en la que Biden se reunirá con el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador; y el primer ministro canadiense, Justin Trudeau.
El funcionario declaró que no ha quedado “ninguna duda” de que Estados Unidos condena el “asalto a la democracia” perpetrado por seguidores radicales de Bolsonaro, quienes tomaron por unas horas este domingo el Congreso, la sede de la Presidencia y el Tribunal Supremo de Brasil.
Además, subrayó que Estados Unidos “confía en las instituciones democráticas de Brasil” y que el Gobierno brasileño no temblará por el asalto de esas personas.
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Esos grupos radicales de extrema derecha desconocen la victoria en las urnas de Lula, que asumió el poder el pasado 1 de enero, y han venido exigiendo desde entonces una “intervención” militar que devuelva al poder a Bolsonaro.
El mandatario progresista acusó en la víspera al ahora exgobernante, quien actualmente se encuentra en Florida (Estados Unidos) sin previsión de vuelta a Brasil, de “estimular” el asalto a los tres poderes, que duró unas cuatro horas y media hasta que las fuerzas de seguridad recuperaron el control de los edificios públicos.