Washington, EFE.- El director del Consejo Económico Nacional de Estados Unidos, Larry Summers, pidió ayer al Congreso que apruebe sin demora un programa de estímulo fiscal, al tiempo que el Gobierno de Barack Obama ultima un plan para estabilizar el sistema bancario.
La administración del presidente Obama quiere intervenir lo antes posible en la economía real con el programa de estímulo y en la virtual de la estructura financiera con su plan bancario, pues está presionado por unos datos económicos horribles. El viernes se supo, por ejemplo, que en enero se perdieron casi 600.000 empleos en EE.UU., lo que equivale a la fuerza laboral total del estado de Maine, dijo Summers en una entrevista con el canal Fox News. Summers, uno de los principales asesores económicos de Obama, pasó hoy por varios platós de televisión para remachar el mensaje de urgencia de la administración. En el Congreso los demócratas ya lo han oído. La Cámara de Representantes ha aprobado un plan de estímulo fiscal por casi 820.000 millones de dólares, aunque sin ningún apoyo republicano. Mientras, está previsto que el Senado dé luz verde el martes a su propia versión del proyecto, por un total de $827.000 millones.
Las claves
1 Autoficiencia Demócrata
Los demócratas cuentan con suficientes votos en el Senado gracias a que tres republicanos han prometido su apoyo después de que se aceptasen cambios en el proyecto de ley.
2- Modificaciones
Algunas modificaciones que se harían al plan garantizarán el sí en el Congreso.