Gobierno EEUU bajo el fuego por violencia
electoral y ausencia armas

Gobierno EEUU bajo el fuego por violencia<BR> electoral y ausencia armas

Por Rafael Cañas
Washington, 13 ene (EFE).- El reconocimiento por parte de la Casa Blanca de que las elecciones iraquíes del día 30 serán «imperfectas» y de que se ha suspendido la búsqueda de armas de destrucción masiva en Irak, ha puesto al Gobierno bajo el fuego de las críticas.

El Gobierno del presidente George W. Bush ha tratado de desviar la atención señalando en tono positivo que, tras las elecciones, se prevé un comienzo del retorno de algunos soldados estadounidenses en Irak para este mismo año.

El secretario de Estado, Colin Powell, fue quien anunció esa posibilidad este miércoles, después de que el Pentágono aumentó hasta 150.000 el número de tropas en Irak para tratar de reforzar la seguridad de cara a las elecciones.

Sin embargo, el general Mark Kimmitt, jefe adjunto de operaciones del Mando Central y portavoz militar en Irak, precisó hoy a CNN que la reducción de tropas estadounidenses sólo se podría llevar a cabo una vez que las nuevas fuerzas de seguridad iraquíes comiencen a ser operativas por sí solas.

El portavoz de la Casa Blanca, Scott McClellan, insistió hoy en que «estamos viendo un momento histórico en Oriente Medio», con las elecciones ya celebradas en Afganistán y los territorios palestinos y las inminentes en Irak.

La supuesta existencia de esas armas fue repetida hasta la saciedad por Bush y su Gobierno para justificar la guerra. Varios medios de comunicación han sacado del archivo al presidente con sus discursos en los que insistía en que «Sadam Husein tiene ántrax, VX, gas nervioso, y busca un arma nuclear».

Aún así, sólo algunos responsables del opositor Partido Demócrata han atacado a Bush, mientras otros afilan sus armas para otras cuestiones domésticas, como la reforma de las pensiones de la Seguridad Social.

El diario «The New York Times» dedica hoy un editorial muy duro contra Bush y su Gobierno, en el que denuncia «la manipulación y la inteligencia defectuosa» que propiciaron la invasión de Irak en marzo de 2003.

También señala que la guerra demostró «dolorosamente» que las inspecciones de armas de la ONU y el sistema de Naciones Unidas «funcionaban». EFE

 

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