Gobierno EU bajo fuego por violencia y ausencia de armas en Irak

Gobierno EU bajo fuego por violencia y ausencia de armas en Irak

WASHINGTON (EFE).- El reconocimiento por parte de la Casa Blanca de que las elecciones iraquíes del día 30 serán «imperfectas» y de que se ha suspendido la búsqueda de armas de destrucción masiva en Irak, ha puesto al Gobierno bajo el fuego de las críticas.

   El Gobierno del presidente George W. Bush ha tratado de desviar la atención señalando en tono positivo que, tras las elecciones, se prevé un comienzo del retorno de algunos soldados estadounidenses en Irak para este mismo año.

   El secretario de Estado, Colin Powell, fue quien anunció esa posibilidad este miércoles, después de que el Pentágono aumentó hasta 150.000 el número de tropas en Irak para tratar de reforzar la seguridad de cara a las elecciones.

   Sin embargo, el general Mark Kimmitt, jefe adjunto de operaciones del Mando Central y portavoz militar en Irak, precisó hoy a CNN que la reducción de tropas estadounidenses sólo se podría llevar a cabo una vez que las nuevas fuerzas de seguridad iraquíes comiencen a ser operativas por sí solas.

   El portavoz de la Casa Blanca, Scott McClellan, insistió hoy en que «estamos viendo un momento histórico en Oriente Medio», con las elecciones ya celebradas en Afganistán y los territorios palestinos y las inminentes en Irak.

   McClellan volvió a enmarcar la violencia en Irak dentro de la guerra contra el terrorismo, y señaló que «intentamos derrotar una ideología basada en el odio y la opresión».

   Otro punto delicado para el Gobierno es que Bush tiene previsto presentar al Congreso a comienzos de febrero una nueva solicitud extraordinaria de fondos para financiar las operaciones militares en Irak y Afganistán, y que según varias filtraciones podría oscilar entre los 80.000 y los 100.000 millones de dólares.

   Mientras tanto, el nivel de violencia continúa. Uno de los principales colaboradores del líder espiritual de los chiíes en Irak, el gran ayatolá Alí al Sistani, fue asesinado por un grupo de pistoleros junto a su hijo y cuatro guardaespaldas en una localidad suní al sur de Bagdad.

   En esas circunstancias, y con la cifra de soldados estadounidenses muertos en Irak acercándose ya a los 1.350, Washington intenta que las noticias sobre el país árabe sean lo más favorable posibles.

   En este sentido, el general John Baptiste, jefe de la 1 División de Infantería, actualmente destacada en Irak, reiteró hoy que las elecciones podrán desarrollarse en las provincias del centro-norte de Irak, donde hasta ahora se temía por los comicios debido al alto nivel de violencia.

   Baptiste repasó hoy los preparativos militares y el despliegue de unidades estadounidenses e iraquíes. «La conclusión es que el centro-norte de Irak está listo para las elecciones», afirmó el general, en una conferencia de prensa telefónica desde Bagdad transmitida al Pentágono.

   Pero el Gobierno sigue recibiendo críticas tras la suspensión de la búsqueda de las armas de destrucción masiva en Irak, que tuvo lugar el mes pasado pero no fue anunciada por el Ejecutivo hasta que fue filtrada a la prensa.

   La supuesta existencia de esas armas fue repetida hasta la saciedad por Bush y su Gobierno para justificar la guerra. Varios medios de comunicación han sacado del archivo al presidente con sus discursos en los que insistía en que «Sadam Husein tiene ántrax, VX, gas nervioso, y busca un arma nuclear».

   Aún así, sólo algunos responsables del opositor Partido Demócrata han atacado a Bush, mientras otros afilan sus armas para otras cuestiones domésticas, como la reforma de las pensiones de la Seguridad Social.

   El diario «The New York Times» dedica hoy un editorial muy duro contra Bush y su Gobierno, en el que denuncia «la manipulación y la inteligencia defectuosa» que propiciaron la invasión de Irak en marzo de 2003.

   También señala que la guerra demostró «dolorosamente» que las inspecciones de armas de la ONU y el sistema de Naciones Unidas «funcionaban». EFE

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