La humanidad desde el año 2007 ha experimentado una crisis global mutante que se ha llevado de encuentro varios países calificados como de “milagros económicos” y en ese escenario la República Dominicana, gracias al extraordinario desempeño de este gobierno, ha logrado atravesar la crisis manteniendo la estabilidad, adecuados niveles de crecimiento con índices de deuda y déficit fiscal relativamente bajos.

Una pequeña economía que recibió el choque interno de una crisis bancaria, y de un gobierno inepto en el manejo macro-económico antes y después de las quiebras, sin embargo esta administración del PLD y de Leonel Fernández supo recuperar la estabilidad  en menos de seis meses, colocando el país a los mayores niveles de crecimiento regionales y mejorando índices sociales que fueron abatidos por la crisis financiera.

Este gobierno manejó con destreza el choque mundial de los precios en el 2008 implementando políticas de subsidios a los más pobres y a sectores productivos como las zonas francas, mientras la política monetaria, frente a una necesaria política fiscal expansiva, se ocupó de amortiguar el impacto inflacionario. Y se preservó la estabilidad.

En el otoño del 2008, con la explosión de la burbuja inmobiliaria subprime en EU y el detonante de la quiebra del banco de inversión Lehman Brothers, la economía global entró en recesión y de nuevo las políticas macro-económicas, con una estricta coordinación de la  fiscal y la monetaria, permitieron a este gobierno mantener la nave a flote, creciendo 3.5%, protegiendo la economía popular con baja inflación y estabilidad del tipo de cambio.

En el 2010 se  inicia una aparente recuperación de la economía global, y la dominicana, gracias a la combinación de una política fiscal expansiva a partir del segundo programa con el FMI en octubre del 2009, y los estímulos monetarios desde enero de ese año, facilitaron una recuperación impresionante con un sólido crecimiento de 7.8%.

En la actualidad todo apunta a un agravamiento de la situación global con una ralentización del crecimiento en los EU, crisis de la deuda en varios países periféricos de la Unión Europea, desaceleración del crecimiento en Francia y Alemania (las dos locomotoras de la zona euro) y aun en ese escenario la economía dominicana en este año continúa creciendo a una tasa cercana al 4%, con el sector externo y la inversión extranjera aumentando en relación al pasado año e inflación de un dígito a pesar de los altos precios del petróleo y los alimentos importados.

Gracias a una administración eficiente, comprometida con el mantenimiento de la estabilidad y merecedora de la confianza de los mercados y los agentes económicos, ha sido posible preservar un entorno de estabilidad en un mundo donde naciones como Grecia, Irlanda y Portugal han debido pasar por la tragedia de un rescate y fuertes ajustes, mientras España experimenta un desempleo de 20% y es castigada por los mercados, así como también Italia, y los EU experimenta por vez primera la degradación de su calificación crediticia.

¿Qué sería de este país si en este periodo hubiese estado gobernando el candidato bajo cuyo mandato la economía del país colapsó?

¿Qué será de este país si en un panorama global tan adverso logra retornar al poder un candidato que carece de la visión y las capacidades de un estadista y no goza de la confianza de los mercados, las agencias clasificadoras de crédito y los inversionistas?