El Roblito-Padre Las Casas, Azua. La ministra de Educación, Josefina Pimentel, celebró ayer el regreso a clases luego del asueto de Navidad y Año Nuevo con la inauguración de la escuela multigrado El Roblito, con una inversión de RD$2 millones, 988,024.14.
Con la entrega, la funcionaria cumplió la promesa que hizo a los comunitarios en julio pasado, de que sus hijos no perderían otro año escolar por falta de un profesor y espacio adecuado para la docencia.
Los 62 estudiantes de primero a cuarto cursos matriculados en esta localidad perdieron dos años escolares desde 2009, cuando los dos voluntarios españoles que costeaban el sueldo de la maestra que les enseñaba dejaron de hacer el aporte.
En respuesta, el ministerio nombró en agosto al profesor Kiber Altagracia Soto Encarnación, quien laboró durante el primer periodo de este año escolar en la pequeña rancheta, sin iluminación ni ventilación, en la que funcionaba el centro desde el año 2004.
En la entrega, la ministra explicó que el recinto consta de un aula, baños, área de cocina, huerto escolar y habitación, para que el profesor Soto Encarnación, que reside en Padre Las Casas, pueda pernoctar durante la semana.
Además, dijo que el plantel consta de servicio de agua potable permanente y tinacos, y que recibirá periódicamente una asignación de alimentos crudos, dentro del Programa de Alimentación Escolar.
Fruto de luchas. La obra entregada ayer es, sin duda, un logro para los comunitarios, que durante años hicieron todo tipo de diligencias para que se les asigne un profesor y un aula digna.
Los campesinos de esta comunidad, enclavada en la cordillera Central, enviaron cartas a la sede educativa, pidieron favores a amigos de la Capital, encendieron velas, ofrecieron misas, lo que no había dado resultado hasta que el periodista Vianco Martínez escribió un reportaje para el diario digital Acento.com.do, que llamó la atención de otros medios y de las autoridades.
La señora Josefina Pimentel se merece un aplauso bien grande por este apoyo que nos ha regalado, porque en verdad nosotros, de ahora en adelante, vamos a ser otras personas, dijo Cristian Ferreras, de la Asociación de Padres, quien tiene cuatro hijos que asisten al centro, a ellos se les olvidó casi lo que sabían por estar cuatro años sin educación, lamentó.
Al expresar su agradecimiento, Ferreras solicitó que se remodele el antiguo local en el que funcionaba la escuela, de manera que se pueda extender el nivel educativo, que llega hasta cuarto curso, hasta finalizar la educación básica y media.
Deben ir muy lejos. Los niños que desean continuar su educación más allá del cuarto, deben trasladarse todos los días 15 kilómetros a pie, en mulo o en bola hasta llegar a la escuela Ramón María Ferreras de los Santos, en Las Cañitas.
Visiblemente emocionado, el dirigente comunitario afirmó que los adultos que viven en la comunidad también quieren estudiar, casi no sabemos escribir bien, pero leer sí, manifestó Ferreras.
En la bendición, el padre José Colón Rosario, de la Parroquia Nuestra Señora de Las Mercedes, dijo que con la apertura del centro la ministra cierra las puertas a la delincuencia y cierra una posible cárcel.
La comunidad El Roblito no solo se unió para pedir un profesor y nueva aula, sino que también administró los recursos entregados por el Ministerio de Educación para la construcción, a través de la Junta de Centro, que integran comunitarios y autoridades. Una gran muestra de unidad.
Las claves
1. Singular belleza
La comunidad El Roblito, que integran unas 20 familias, está enclavada en la cordillera Central, rodeada de impresionantes paisajes de valle y montañas. Los lugareños, que se dedican a trabajar la tierra, soportan lluvias durante la mayor parte del año.
2. Real vocación
La escuela El Roblito fue fundada en el 2004 por las Hermanas Apostólicas de Cristo Crucificado, quienes usaron donaciones de pueblos de España. Desde entonces, la congregación, representada por Emilia González, trabaja de cerca con la comunidad en todas sus necesidades.