Los campesinos de San Francisco Vicentillo, La Culebra, de El Seibo, son censados en la zona por un equipo del gobierno que procura confirmar la veracidad de sus asentamientos agrarios en las 20 mil tareas que, dicen, tenían sembradas y de las que fueron desalojados por influencia del terrateniente Guillermo Barona (El Cubano) en junio pasado.
Los labriegos, muchos de los cuales se encuentran en Santo Domingo desde el pasado 21 de octubre, cuando llegaron caminando hasta el Palacio Nacional, han sido trasladados en autobuses hacia los terrenos donde se les cuestiona sobre las parcelas que poseían.
Eduardo Peralta, dirigente de la Asociación de Campesinos Mamá Tingó, explicó que el censo que encabezan técnicos del IAD, es para comprobar si ciertamente los 613 labriegos ocupaban los predios que reclaman. Informó que ese proceso se inició el pasado jueves donde fueron censados 400 labriegos y que ayer viernes otra cantidad similar era sometida a ese proceso.
Aclaró que los técnicos que hacen el levantamiento son diferentes a los que había designado el Poder Ejecutivo la semana pasada, ya que estos antes de iniciar la medición de los terrenos entraron primero a la casa del terrateniente Barona de donde salieron con un mandato diferente al que se le había encomendado en la casa presidencial.
“Es que la comisión anterior lo que hizo fue reunirse con quien está acabando con nosotros, por eso es que el titulador de tierra está guapo con nosotros, porque lo denunciamos”, sostuvo.
Considera que si los campesinos se han sacrificado durante toda su vida, para labrar la tierra y sostener a sus hijos, las autoridades debe devolver los predios que les pertenecen.
Entre las preguntas que hacen los técnicos a cargo de la Dirección de Titulación del IAD, figuran: quienes son los colindantes, la cantidad de tierra de las parcelas, así como el tiempo que llevaban en los predios. “Nosotros no vamos para otras propiedades que no sea de donde nos sacaron y donde hemos vivido toda la vida y criado a nuestros hijos”, aclaró.