Puerto Príncipe, 15 dic (EFE).- El gobierno de Haití pidió a los ex militares que ocupan desde esta mañana la residencia del ex presidente Jean-Bertrand Aristide, situada en Tabarre, al noreste de la capital, que abandonen el edificio.

En un comunicado firmado por el presidente provisional de Haití, Boniface Alexandre, y el primer ministro, Gérard Latortue, el gobierno «condenó» la ocupación, considerada como otro acto de los militares desmovilizados, que están «fuera de la ley».

El ejecutivo haitiano anunció que tomara «todas las medidas necesarias» con apoyo de la Misión de las Naciones Unidas para la Estabilización de Haití (MINUSTAH) y la policía para resolver esta situación.

Esta noche, los militares desmovilizados -más de cincuenta- permanecieron en la residencia ocupada, donde recibieron a una delegación de la MINUSTAH que conversó con el ex capitán Ravix Remissainthe.

El ex militar reafirmó que no tenía ninguna intención de abandonar el lugar y explicó EFE que la residencia de Aristide «es un espacio apropiado para capacitar a los militares» con la finalidad de instruirlos para hacer frente a la violencia que afecta al país.

Remissainthe dijo que sus hombres ocuparon la residencia con el acuerdo del alcalde de Tabarre, Jean-Hilaire Lundi, para hacer frente a los problemas de seguridad que afronta la ciudad.

El gobierno anunció esta noche que Lundi fue destituido y reemplazado por Eugenie-Suzie Julián.

Hace unos meses, el gobierno creó una oficina para gestionar los asuntos de los militares desmovilizados a raíz de que Aristide aboliese durante su primer gobierno, en 1995, las Fuerzas Armadas.

«El gobierno no se ha hecho responsable ni ha adoptado medida alguna para resolver el problema militar», afirmó Remissainthe, quien advirtió que sus hombres no van a entregarse. EFE.