Gobierno invertirá en el 2006 entre US$50 y 100 millones en construcción del Metro

Gobierno invertirá en el 2006 entre US$50 y 100 millones en construcción del Metro

POR UBALDO GUZMAN MOLINA
El gobierno destinará el próximo año entre US$50 y RD$100 millones para la construcción del Metro de Santo Domingo, cuya primera línea férrea se comenzará a construir la próxima semana. La información fue ofrecida ayer por el secretario Técnico de la Presidencia, Temístocles Montás, quien estuvo acompañado de los directores de Aduanas y de Impuestos Internos, Miguel Cocco y Juan Hernández.

Los funcionarios del equipo económico del gobierno se refirieron a las bondades del proyecto, que iniciará en Villa Mella y terminará en el Centro de los Héroes (La Feria).

Montás dijo que el presupuesto de este año tiene asignado RD$700 millones para comenzar a realizar los estudios exploratorios del Metro.

Indicó que el presupuesto del próximo año, que será sometido al Congreso en la segunda quincena de noviembre, prevé unos US$100 millones para el Metro, aunque podrían ser menos.

«Si esa obra cuesta mucho más, obviamente, esa obra tendrá que realizarse sobre la base de la búsqueda de financiamiento. Tengo entendido que se está elaborando un proceso de licitación y que, en ese proceso, las empresas que van a concursar, entre otras cosas, tendrán que traer consigo su financiación para la obra», explicó el funcionario.

Expresó que el gobierno está sumamente constreñido en el presupuesto del próximo año, porque se elabora según los compromisos concertados con el Fondo Monetario Internacional (FMI).

Señaló que el dinero consignado en el presupuesto de este año para el Metro se está utilizando y asignando.

El secretario Técnico de la Presidencia dijo que luego de muchas discusiones en el gobierno y con empresas especializadas en construcción de obras de esa naturaleza, se decidió empezar con un tren eléctrico y que posteriormente pueda transformarse en un Metro.

Indicó que la idea es un monorriel, que iría por encima y que arrancará en Villa Mella, debido al costo de la obra.

Además del metro, el gobierno prevé otros aspectos fundamentales de reforma del sector y la creación de nuevas instituciones, las cuales han sido recomendadas por estudios, entre ellos, del Banco Mundial.

A su juicio, el gobierno diseña una estrategia de largo plazo en el sector transporte, que se inicia ahora y que será un proyecto de más de veinte años.

Esta estrategia, agregó, tiene como propósito tratar de establecer sistemas de transporte masivo en la ciudad de Santo Domingo, que contribuyan a reducir el consumo de combustibles.

Agregó que esa estrategia contribuirá a resolver el problema de la movilidad de los habitantes de Santo Domingo, pero que, a su vez, incida en cambiar el perfil del consumo de carburantes en el sector transporte.

Carril de la modernidad

De su lado, el director de Aduanas, Miguel Cocco, dijo que la población no se puede oponer a un sistema de transporte barato, porque no dependerá de un combustible caro.

A su juicio, los que manejan el sector de transporte serán los afectados por la construcción del metro, quienes cada año reciben exenciones «y patrocinan iniciativas pecaminosas».

Señaló que el desorden mayúsculo del transporte público no es sostenible, ni es justo defenderlo y cree que el país tiene que ir a forma moderna, barata y masiva del transporte.

Según Cocco, el metro no es una obra opulenta ni un contrasentido.

Se preguntó que cómo sería la ciudad de Santo Domingo sin los elevados, los cuales pasaron de ser «mazacotes de cemento a ser un elemento de utilidad diaria».

Recordó que cuando se construyeron los elevados y túneles fueron “anatemizados” como si fueran obras de confort.

A su juicio, el metro tendrá como ganador al 90% de la población que se mueve en el Distrito Nacional y cree que los afectados no llegarán al 10%.

Expresó que el gobierno pudiera hacer un Metro en toda la capital y un tren que empalme el Sur con el Este y el Norte del país.

Se preguntó que si la República Dominicana tiene la posibilidad concreta de acceder a un transporte público de bajo costo, por qué seguir con las «voladoras» y carros del concho, que cometen toda clase de abusos en las calles.

«Estamos ante la improvisación permanente y ante la ley de la oferta y la demanda que es consustancial al capitalismo que jode a los pobres», dijo.

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