POR MANUEL JIMENEZ
El gobierno aclaró ayer que no está en confrontación con el obispo de La Vega, monseñor Antonio Camilo, y hasta consideró “natural” que el prelado exprese su preocupación por la situación en que se encuentran las comunidades de su provincia.

La aclaración del portavoz gubernamental, Roberto Rodríguez Marchena, se produce apenas un día después que el director de Prensa de la Presidencia, Rafael Núñez, rechazara que el gobierno descuide la provincia de La Vega y recordara al obispo que en tan sólo un año en esa demarcación se están invirtiendo cerca de RD$7,000 millones.

Rodríguez Marchena dijo que esa actitud de monseñor Camilo, el gobierno la entiende como “algo normal” y parte de la tradición de la Iglesia Católica de ser la voz de los que no tienen voz.

Agregó que este gobierno, como cualquier otro, tiene que entender así la acción de la Iglesia, de sus obispos y de sus sacerdotes.

Monseñor Camilo, en una homilía pronunciada el sábado en durante misa en la iglesia del Santo Cerro, en la que estuvo presente el ex presidente Hipólito Mejía, se quejó por la falta de infraestructuras viales e instalaciones de salud en la provincia vegana y consideró que en estos momentos el país marcha hacia atrás.

Rodríguez Marchena entiende que en el momento actual, esta intervención del obispo Camilo “forma parte del debate público”.

“Nosotros saludamos la intervención de los obispos, así como de cualquier otro sector de la vida nacional”, aclaró el funcionario.

El portavoz del gobierno destacó que estas quejas de monseñor Camilo se producen justo en el momento en que la Cámara de Diputados está convocando a vistas públicas en torno a la reforma fiscal propuesta por el gobierno y ellas podrían crear conciencia sobre la necesidad de que el Estado aumente sus recaudaciones para encarar problemas sociales.

“A veces, nosotros, por escaso desarrollo político tememos al debate y nos sulfuramos o nos asombramos de que pueda haber diferencia en cuanto a planteamientos, pero esto es algo absolutamente natural”, insistió en recalcar Rodríguez Marchena, asegurando que lo que sucede aquí en este aspecto ni se asemeja a lo que ocurre en España, Estados Unidos, Alemania y otras naciones desarrolladas.

Rodríguez Marchena acogió en todas sus partes las precisiones hechas ayer por monseñor Camilo, en el sentido de que su discurso “es social reivindicativo, de quejas en torno a la situación de las comunidades donde él ejerce su laboral pastoral”.

El funcionario, quien habló en el habitual encuentro  matutino con los periodistas asignados al Palacio Nacional, aclaró, además, que el martes el director de Prensa de la Presidencia, Núñez, sólo se limitó a ofrecer datos sobre la inversión del gobierno en la provincia de La Vega, ya que se había dicho que no se estaba haciendo nada allí.

Consideró que esta intervención de Núñez no debe interpretarse como una confrontación con monseñor Camilo ni con el resto de la Iglesia Católica, con la que dijo que la administración del presidente Leonel Fernández mantiene “excelentes relaciones”.

“El reclamo de la Iglesia lo asumimos como una demanda de que se aceleren las medidas que se están tomando”, dijo el portavoz del gobierno.

Para Rodríguez Marchena, esta intervención de los obispos ha sido “muy oportuna”, pues resalta la necesidad que tiene el Estado de generar mayores recursos para encarar la solución de todos los problemas sociales y de las infraestructuras que demandan las comunidades, especialmente aquellas mas abandonadas.

“Esperemos que esto ayude a sensibilizar a los señores legisladores en el sentido de procurar mayores recursos para que esos reclamos de las comunidades, de las cuales los obispos se han hecho eco, tengan acogida”, concluyó Rodríguez Marchena.