¿Recuerdan qué partido dominaba el Congreso Nacional cuando se aprobaron las ventas de los terrenos del Consejo Estatal del Azúcar (CEA) al expresidente Leonel Fernández?
¿Saben quién presidía el Senado de la República?
¿Conocen dónde militan y son dirigentes la mayoría de legisladores de esa época?
¿Desconocen ustedes que ese Congreso al que nos referimos estaba encabezado por el Partido Revolucionario Dominicano (PRD), pero no la entelequia que lo condujo Miguel Vargas, sino cuando aún era denominado “el glorioso” partido blanco?
¿Recuerdan que Leonel Fernández gobernó su primer cuatrienio 1996-2000, y el Partido de la Liberación Dominicana (PLD), sólo tenía un senador que lo fue el licenciado José Tomás Pérez?
Desconocemos cuándo el pueblo dominicano se dará un sacudón y dejará sola a todas esas cúpulas corruptas del sistema político nacional, y de una vez y por todas, acabará con esa vagabundería que con su accionar mantiene en la más espantosa miseria una gran parte de esta nación, por culpa del contubernio existente entre los líderes de este sistema político podrido que impera en la República Dominicana.
Igualmente son culpables y cómplices uno entre otros por el retraso en la aprobación de las leyes de partidos y agrupaciones políticas, y del Régimen Electoral, legislación que se supone acabaría con el sistema corrupto y clientelar que se implementa en el país, y que tiene cautiva y anestesiada a esa gran masa de votantes, que ante la miseria que padecen, acuden atemorizados a votar cada cuatro años, tras una miserable dádiva, que nosotros consideramos abusiva por los candidatos de todos los partidos.
Ahora bien, los pueblos soportan, soportan y soportan… pero llega el momento en que estallan, Bien dice una canción: Hasta la belleza cansa.