Gobierno prepara medidas neutralicen efectos alzas de crudos

Gobierno prepara medidas neutralicen efectos alzas de crudos

POR CLAUDIO CABRERA
A estas alturas en que los precios del petróleo se encumbran por encima de los US$73.0 por barril con tendencia a seguir subiendo, a los sectores involucrados en la producción privada de bienes y servicios, así como al gobierno les preocupa el seguro aumento indetenible de un insumo imprescindible para el desenvolvimiento económico.

Alarmados por el último sesgo que han registrado los precios del petróleo, las autoridades del gobierno, a través del Secretariado Técnico de la Presidencia y de las dependencias vinculadas al equipo energético, trabajan en la confección de un programa destinado a disminuir las importaciones de hidrocarburos, así como a procurar un ahorro de combustibles en el país.

Desde el martes último, los ingenieros Rubén Montás y Francisco Méndez, director de la Comisión Nacional de Energía y de la Superintendencia de Electricidad, respectivamente, coordinan un estudio destinado a confeccionar un informe final que será presentado conjuntamente para plantear alternativas de solución que permitan al país un ahorro sostenible de energía una vez se presente la contingencia de los precios disparados.

La fuente que suministró la información sostuvo que el documento es confeccionado bajo la coordinación de la Secretaría Técnica de la Presidencia y tiene como eje principal lograr un conjunto de alternativas viables para que el gobierno pueda confrontar con el menor daño posible a la economía, cualquier escalada eventual en los precios del petróleo, acorde a los vaivenes que se experimentan en los mercados mundiales.

Podemos ahorrar energía

Estudios preliminares ya efectuados indican que el país puede efectivamente lograr una gran conservación de energía, al activar programas de generación de electricidad mediante el uso de paneles solares, generación de energía a base del viento (eólica), aprovechamiento de cuencas hídricas en varias regiones y presas, así como combinando en algunas zonas varios proyectos en tal sentido.

El informe está siendo realizado por la Secretaría Técnica de la Presidencia que encabeza el ingeniero Temístocles Montás, ante las previsiones de que las alzas de los hidrocarburos sigan el rumbo trazado en los mercados, en los cuales se ha registrado un comportamiento volátil, sobre todo, tras los problemas que confronta la producción mundial y de que se presentasen problemas de orden geopolíticos ante los planteamientos de países como Irán que ha venido confrontando la política exterior de George Bush y en otros Estados árabes en los que se ha estancado la producción, unido a una parálisis en la oferta de refinación de crudos disponibles para intermediación. 

Para las autoridades dominicanas el problema reside, entre otros aspectos, en determinar hasta qué punto el impacto del alza prevista para un corto plazo podrá influir en disminuir los esfuerzos del gobierno empeñado en una política que al mismo tiempo ha procurado el saneamiento interno con medidas de disciplina fiscal, monetaria y financiera, coordinadas con el Banco Central y la Secretaría de Finanzas, en tanto se apuntalan las metas para un mayor crecimiento real de la economía, concretado dicho esfuerzo a través de su acción social dirigido a sectores desprotegidos.

En ello estriban las reflexiones que el gobierno ha estado extrayendo del reciente informe del Fondo Monetario Internacional donde plantea la posibilidad de que el país registre unas metas de crecimiento económico en su Producto Bruto Interno (PBI) de no más de un 5.5% para este año 2006, inferior al logro de un 9.3% del 2005, luego de salir de una crisis que desde el 2003 empantanó la economía dominicana.

Como ejemplo, el Grupo de Consultoría Pareto, en un estudio sobre el tema cita que por causa del aumento en un 13% en el precio del petróleo al primer trimestre del 2004, con relación al mismo período del 2003, se registró una caída de 0.5% en la tasa de crecimiento del PBI.

Entre otros factores, las autoridades económicas y monetarias diseñan, según la fuente, un modelo que permitiría al país lograr el mayor crecimiento posible dentro de las difíciles condiciones que significaría un “shock externo” petrolero, debido al alza de los precios del barril que no estaba prevista para un término inmediato.

Algo que, no obstante, ha puesto de relieve el FMI en el citado informe es la mayor robustez al interior que presentará la economía dominicana al final de este año, lo cual presupone que los sectores de expansión que el Banco Central citó como claves para el crecimiento al 2005 seguirán en aumento, entre ellos el turismo, la construcción, telecomunicaciones y la inversión extranjera, todos vinculados a un fuerte comportamiento de la demanda agregada. 

De hecho, las proyecciones preliminares que habían suministrado, tanto el Fondo Monetario Internacional como el Banco Mundial, preveían hacia fines del 2005 y comienzos del 2006 una cómoda situación en los precios mundiales de los crudos, lo cual contrasta poderosamente con el súbito giro de la situación de los mercados que se ha suscitado en las últimas cuatro semanas.

La situación difícil para el mercado internacional del crudo, según habían previsto los organismos multilaterales, se presentaría a comienzos o mediados del 2007.

Visión del CONEP y AIRD

Por el lado del sector privado, el Consejo Nacional de la Empresa Privada (Conep) se muestra interesado en esos programas, al tiempo que se plantea emprender a nivel de las empresas del sector privado un plan de ahorro, en caso de que se haga insostenible el costo del petróleo y derivados para utilizarlos como insumos, así como las disponibilidades de energía eléctrica de seguir la actual tendencia.

En iguales condiciones evalúa la Asociación de Industrias de la República (AIRD) la situación que podría en el corto plazo afectar a todos los consumidores de energía del país, pero que a las industrias nacionales restaría mayor competitividad debido a que la nación se aboca a adentrarse al esquema de libre comercio con Estados Unidos y Centroamérica conocido como RD-Cafta al primero de julio de este año.

Al respecto, el director ejecutivo del Conep, doctor Frank Castillo, sostiene que ante la coyuntura actual que se presenta al sector empresarial dominicano, el problema del ahorro de energía resultante de la preocupación ante el alza de los hidrocarburos “sigue siendo el mismo”.

Castillo plantea que tal como lo plantease previamente la presidenta del Conep en otros foros, el país no debe seguir el patrón de consumo de energía sin regulaciones funcionales como hasta ahora se ha estado efectuando.

“Se trata de un país en vías de desarrollo -afirma el director ejecutivo del Conep-, que no tiene muchas alternativas disponibles para conjurar una situación tan difícil, en vista de que no somos productores de hidrocarburos”.

Por lo cual, tanto desde el gobierno como desde el sector privado debemos hacer muchos esfuerzos para que toda la población se involucre en un vasto programa de ahorro de energía, para lo cual es necesario que previamente se haga conciencia de ello a través de un proceso que involucre esfuerzos educativos.

Refiere Castillo que el plan que había anunciado el gobierno al final del 2004 y que fue momentáneamente descartado ante la detente en el alza del petróleo debe ser reasumido, a lo cual debe adherirse todo el sector privado, según lo preconizado por la cúpula empresarial para que unidos se logren evitar efectos nocivos al país.

En el caso de la Asociación de Industrias (AIRD), sus principales ejecutivos ponderaban este jueves alternativas para coordinar un programa entre sus empresas afiliadas que permitan realizar auditorías energéticas que faciliten la disminución en el uso, así como el ahorro de combustibles y electricidad al interior de las fábricas en caso de que sea necesario adoptar medidas efectivas por el alza de los hidrocarburos.

El ahorro

Desde el primer trimestre del año 2004 los elevados precios del petróleo amenazaron muy de cerca el crecimiento de la economía y las autoridades de turno iniciaron un programa de ahorro en el consumo de energía que culminó finalmente en un plan que se desvirtuó al estancarse la escalada del alza en los mercados internacionales.

Pero esta tendencia a la quietud en los precios probó ser solamente pasajera. Al final del mismo año 2004, ya instalado el nuevo gobierno, los topes en los precios de los hidrocarburos se tornaron inaccesibles, especialmente para los países en vías de desarrollo como la República Dominicana.

Adentrado el país en la encrucijada de crecer sobre la base de contraer fuertes compromisos internacionales a través de esquemas de libre comercio y de pagos en obligaciones concertadas mediante los mecanismos de deuda, el problema al mismo tiempo implica la necesidad de continuar el crecimiento interno para la consecución de metas de orden económico-social pautadas como un medio de superar la pobreza.

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