Gobierno sirio intensifica ofensiva contra bastiones rebeldes

Gobierno sirio intensifica ofensiva contra bastiones rebeldes

DAMASCO  (AFP) – El presidente sirio Bashar al Asad debe responder el martes a las propuestas del emisario internacional Kofi Annan, aunque sus tropas intensifican la ofensiva contra los bastiones rebeldes, en particular contra la ciudad de Idleb en el noroeste del país.

El emisario de la ONU y de la Liga Árabe dijo el martes que esperaba una respuesta de Asad a las «propuestas concretas» que le fueron planteadas durante su misión de la semana pasada, centradas en la necesidad de «interrumpir la violencia y los asesinatos, garantizar acceso a las organizaciones humanitarias, y el inicio de un diálogo».

Sin embargo, las tropas gubernamentales continúan llevando adelante una guerra sin tregua contra los insurgentes, con violentos combates en Idleb, una provincia montañosa en la frontera con Turquía, con el objetivo de asfixiar a la rebelión.

Con la continuidad de la violencia -que ya ha dejado un saldo de más de 8.500 muertos en un año, de acuerdo con una entidad siria-, las fuerzas gubernamentales también sufren pasadas pérdidas, con numerosos soldados muertos en los combates y ataques rebeldes cada vez más audaces.

En la madrugada del martes, 10 soldados murieron en un ataque en las proximidades de la sede del partido Baas en la ciudad de Maaret al Noomane, en la provincia de Idleb, según la entidad opositora Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH).

La ciudad de Idleb continúa bajo asedio. El ejército regular controla apenas una parte de los barrios, y los militantes denuncian una situación humanitaria insostenible ante la falta total de agua y electricidad, y comunicaciones cortadas. Ante el aumento de la violencia, Annan reafirmó que «la muerte y la violencia deben cesar», y reiteró que espera una respuesta de las autoridades sirias.

«Una vez obtenida esa respuesta, sabremos como actuar», dijo Annan en Ankara (Turquía), luego de un encuentro con representantes del Consejo Nacional Sirio (CNS), el principal frente opositor sirio.

En el terreno, la violencia no se detiene y el lunes dejó un saldo de una treintena de muertos, en una jornada marcada por el descubrimiento de unos 50 cuerpos de mujeres y niños carbonizados, degollados o apuñaleados en la ciudad de Homs.

Los militantes denunciaron la masacre y la atribuyeron a las fuerzas gubernamentales, al tiempo que los medios de comunicación oficialistas responsabilizaron a «grupos terroristas».

«Algunas mujeres habían sido violadas antes de ser asesinadas», dijo a la AFP Hadi Abdalá, miembro de la Comisión General de la Revolución Siria, mientras que centenas de familias han huido de Karm al Zeitun «por temor a nuevas masacres», según el OSDH.

Por su parte, el ministro sirio de la Información, Adnane Mahmud, acusó a «los grupos terroristas» de haber perpetrado esa masacre «para generar reacciones internacionales contra Siria», y acusó a Arabia Saudita y Catar, muy críticos al gobierno de Damasco, de ser «cómplices de esos grupos».

Después de este macabro descubrimiento, los Comités Locales de Coordinación (LCC), que animan la movilización contra el régimen, llamado a una jornada de duelo para este martes en todo el país, con cierre de los comercios, escuelas, universidades y carreteras.

El CNS llamó a una «intervención militar internacional y árabe urgente», pidió la implementación de una «zona de exclusión aérea» y «golpes» contra el aparato militar del régimen sirio.

La Secretaria de Estado estadounidense, Hillary Clinton, llamó implícitamente a China y a Rusia a sostener el plan de la Liga Árabe para la solución de la crisis.

Sin embargo, su homólogo ruso, Serguei Lavrov, consideró que las sanciones unilaterales, las tentativas de favorecer un «cambio de régimen» en Damasco y el impulso a la imposición armada tendrán como único resultado «una extensión del conflicto».

 

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